El jueves pasado podría considerarse un nuevo punto bajo en la decadencia de los Sens, tanto en el hielo como en las gradas. El equipo perdió 6 a 4 contra los campeones de la Stanley Cup, los St. Louis Blues lo que llevó su récord a 0 - 3, su peor comienzo en la historia de la franquicia. 

Y los Senators lo hicieron delante de 9,204 fanáticos, según los números oficiales de asistencia. El número más bajo de cualquier publico local en las últimas cinco temporadas

Entre 2005 y 2013, los senadores tuvieron cinco temporadas en las que las asistencias fueron cómodamente superiores a 19,000, todas las demás llegaron cómodamente a los 18,000 espectadores. Pero desde 2015, las cosas se pusieron más difíciles y llegar a los 18,000 espectadores se logro una sola vez, durante la temporada 2015/16. En la temporada 2016/17 donde los Sens estuvieron a un gol de llegar a la final de la Stanley Cup las audiencias cayeron debajo de los 17,000 espectadores. Y la temporada pasada, donde quedaron últimos en la liga, lograron juntar 14,500 espectadores promedio. 

De tener asistencias que entraban con regularidad en el Top 5 de la liga, a caer entre los 20 y largos es una señal bastante alarmante para cualquier franquicia, en especial una que esta buscando un nuevo dueño. 

Eugene Melnyk, aunque no anuncia activamente la disponibilidad del equipo, finalmente parece dispuesto a seguir adelante y permitir que otra persona asuma la tarea de dirigir al equipo y volver a los días gloriosos de principios de la década de 2000.

La esperanza para la franquicia debe ser que se pueda encontrar un propietario pronto, revitalizando una base de fanáticos que ha hecho conocida su insatisfacción con Melnyk en los últimos años.

Combinando esto con el futuro prometedor que el equipo está mostrando en el hielo, con muchos prospectos jóvenes talentosos que ya están en el sistema y una serie de selecciones importantes por venir, las cosas deberían cambiar para los Ottawa Senators.

Pero hasta que eso suceda, las continuas caídas de asistencia son una preocupación seria que probablemente no desaparecerá en ninguna otra circunstancia.