Si hace un año (e incluso a principio de temporada) alguien pudo predecir que estos Rams, incluso aún más reforzados que en su anterior campaña de campeones de la NFC, iba a presentarse al ecuador de la temporada con 5 victorias y 4 derrotas, debería dedicarse a los juegos de azar, porque nadie podría haberlo anticipado. Los de McVay volvieron a caer frente a un equipo sin muchas aspiraciones, pero que volvió a conseguir que su ataque, otrora imparable, no alcance ni los 15 puntos.

Todo pareció empezar como deseaban los angelinos, un mal snap se convirtió en una recuperación para TD de los visitantes y les situaba por delante en el marcador sin apenas esfuerzos. Pero a partir de ahí surgió la joven y talentosa defensa Steeler para imponer su ley. Aplicaron una presión muy fuerte sobre Goff (que lanzó 2 intercepciones), cerraron bien los espacios entre sus CB y sus SS, pero sobretodo volvieron a conseguir reducir el trabajo de Gurley. Está quedando demostrado que la ofensiva rápida e imaginativa que hizo famosos a McVay la pasada campaña, dependía demasiado del control que le proporcionaba un juego de carrera estable. A día de hoy eso ya no es así, ni Gurley está en su mejor forma, ni la línea ofensiva es capaz de abrir los espacios que conseguía antes.

No lo puso fácil una defensa muy dura como fue la planteada por los chicos de Mike Tomlin, que sin grandes nombres y con jugadores muy jóvenes cargando la mayoría del peso a sus espaldas, están consiguiendo mantener con vida a un equipo que se presuponía enterrado tras la ausencia de Roethlisberger por lesión. Pero nada más lejos de la realidad, los de Pittsburgh comienzan a mirar con menos temor el día en que Big Ben cuelgue los hábitos, ya que parece que este Mason Rudolph, tiene al menos, la categoría para tratar de suplir su baja sin que cunda el pánico en el norte de Pennsylvania. Muy buena presencia en el pocket y una gran seguridad con el balón ante una de las mejores defensas de la liga, como es la de los Rams, fueron su carta de presentación una vez más para darle la victoria a su equipo. Y esta vez sin poder ayudarse de un juego de carrera que se quedó por debajo de las 50 yds totales.

Esta derrota deja muy tocados a los Rams, que se complican la vida cada vez más de cara a los playoffs. En su división parece difícil que vayan a alcanzar a los 49ers o incluso a los Seahawks, así que sus esperanzas pasan por competir un puesto de wild card que estará más caro que nunca en la NFC. Los Steelers por su parte siguen construyendo un proyecto joven y de futuro como parte de su transición hacia un horizonte sin su mítico mariscal.