El delantero ruso de 36 años firma con los Habs un contrato por lo que resta de temporada, un contrato de dos vías, así que puede ser asignado y recuperado desde el filial AHL de la franquicia los Laval Rockets sin ningún tipo de restricción. En el caso de ser enviado a las Ligas menores, su salario pasaría de los 700.000 dólares americanos a los 70.000.

Kovalchuk, que fue cortado por el equipo con el que comenzó la temporada, Los Angeles Kings, el pasado 18 de diciembre, firma un contrato que puede ser su última oportunidad para permanecer en la Liga de hockey hielo más prestigiosa del mundo. Ha dudado en aceptar condiciones leoninas como la posibilidad de ser transferido a la AHL para seguir en el tablero, antes que volver a la KHL, donde tendría un recibimiento más caluroso.

Y es que al final los diversos rumores que lo colocaban en diversas franquicias, se quedaron en solo eso, a pesar de ser un jugador que podía aportar juego y veteranía por un coste asumible, incluso por equipos que rayan el límite salarial. Pero solo la franquicia de Quebec ha dado el paso adelante para su contratación.

Los Canadiens no se arriesgan

Y es que con este contrato Marc Bergevin consigue un jugador que, a pesar de su pobre rendimiento en la última parte de su estancia con los Kings, inició la temporada con estos como su mejor anotador, pero que acabó contagiándose de la triste temporada del equipo. Refuerza una delantera que se ha visto minada por las bajas, Jonathan Drouin, Paul Byron, Joel Armia y Brendan Gallagher, están inscritos en la lista de lesionados del equipo.

En declaraciones a la prensa, el gerente general de Montreal no solo alabó el historial y las posibilidades que le daba al equipo la llegada del veterano delantero, si no que recalcó lo ventajoso del contrato firmado por ambas partes, del cual salen ganando ambos. Por parte del jugador consigue un contrato casi inmediato tras la terminación del anterior que lo mantiene bajo los focos, y los Canadiens consiguen un jugador con un historial labrado y que les permite tapar las goteras que sufre su delantera y que en el caso de no funcionar, terminaría el 30 de junio su estancia en el equipo por un coste prácticamente ridículo.

Ahora toca al bueno de Ilya demostrar en un equipo que, aunque está en un momento difícil, está luchando por algo que puede seguir siendo un digno miembro de la NHL.