Hay grandes claves para explicar el 20 a 13 final en favor de Tennessee sobre New England. Para empezar, el momento de cada uno de ellos, mientras unos llegaban llenos de dudas sobre el funcionamiento de su ofensiva y una derrota dolorosa ante Miami como locales que los despojó de la semana libre en favor de Kansas, el otro llegaba con buenos resultados, entre ellos la victoria sobre Texans en la última semana para meterse en postemporada, y la decisión correcta a mitad de la campaña de cambiar el mariscal para darle a Tannehill la posiblidad de mover las cadenas tras la mala temporada de Mariota en los controles.

Otra de las explicaciones surge de una defensiva de Patriots que fue artifice de ganar su división y de siempre mantener a los suyos en la pelea, pero que al correr de las jornadas fue diluyendo los números históricos que iba cosechando, y en consecuencia, pese a tener momentos de buenos niveles ante Titans, no pudo darle una nueva victoria a Bellichick. Y esto se explica además en que la ofensiva no estuvo, quizás nunca estuvo en esta temporada. Brady no fue Brady, y para colmo esta vez no tuvo aliados, no tuvo armas que le permitan rendir pese a estar en la recta descendiente de su rendimiento. Por ello es que no es el gran culpable, su ataque terrestre no lo acompaño, empezó la liga con Josh Gordon y se fue temprano, eligieron a N'Keal Harry en el draft y recien en la fase final de la temporada regular pudo aparecer, Edelman hizo lo que pudo pese a estar tocado en lo físico. Llegó Antonio Brown y tan sólo duró un encuentro. Llegó Sanu desde Atlanta por una segunda ronda que terminó siendo muy cara para lo que brindó en el terreno. Y ahora es todo incognitas alrededor de quizás el mejor equipo en la historia de este deporte.

Pero no todo pasó por los locales en esta derrota, Titans hizo meritos propios para estar ahí y llevarse el juego. Y a grandes razgos, esto tiene nombre y apellido, se trata de Derrick Henry, el corredor estrella que demostró que es de los mejores en la NFL en su puesto, y quien acumuló 182 yardas en 34 acarreos más una anotación, y quien demostró que la defensiva de Patriots era vulnerable a sus habilidades una y otra vez.

Titans ahora piensa en Ravens, con el objetivo de meterse en la final de conferencia pese a no ser los candidatos, pero demostrando ser muy sólidos en todas sus líneas.

Patriots piensa en la próxima temporada y en resolver todas las dudas que aparecieron en su entorno.