En el último juego de la ronda divisional de la temporada 100 de la NFL, en el mítico Lambeau Field de la ciudad de Green Bay, se enfrentarán los locales Green Bay Packers y los Seattle Seahwaks.
Los Packers llegaron a esta instancia por haber sido sembrado número 2 de la Conferencia Nacional y por ende su clasificación a esta ronda fue directa, mientras los Seahawks arribaron a este juego gracias al triunfo en calidad de visitante por 17-9 frente a los Eagles de Philadelphia.
En esta nota, que sirve como previa para el cotejo del domingo, se comentará como llegan ambas franquicias a esta partido definitorio y cuáles podrían ser las claves para que cada equipo pueda llevarse la victoria y alcanzar la final de NFC.
Un dato importante y que puede verse reflejado especialmente en los últimos momentos del juego es el cansancio físico y mental. Los Packers, vienen de una semana de descanso, situación que sirve para recuperar jugadores físicamente, y tener un semana más de análisis sobre el rival de turno. Mientras que los Halcones Marinos, vienen de disputar un partido complicadísimo la semana anterior, que recién en el último minuto de juego lo pudieron definir y que seguramente les produjo una exigencia física y mental importante. Si bien, son profesionales y son jugadores híper entrenados, el físico muchas veces te puede jugar una mala pasada y provocar una lesión o una mala decisión por no tener un cerebro lo suficientemente “fresco”.
Los locales, que en la temporada regular, obtuvieron un record de 13-3, si quieren llevarse el juego deben establecer el juego terrestre comandado por Aarón Jones y Jamal Williams. Jones fue el líder ofensivo del equipo dirigido por Matt Lafleur. Superó las 1000 yardas terrestre y acumulo 19 anotaciones (16 terrestres y 3 aéreas). Sin lugar a dudas, si quieren salir victorioso, la línea ofensiva deben abrirles los huecos necesarios para que este jugador pueda conseguir sus yardas.
En cuanto al juego aéreo, Aarón Rodgers, no ha logrado una muy buena temporada en cuanto a números. Esto es producto de malas decisiones del talentoso mariscal y de sus pocas armas aéreas. El único jugador sumamente confiable es Davante Adams y es muy posible que la mayoría de sus targets vayan a parar con este receptor. Igualmente, todo fanático y especialista del deporte sabe lo que es “ARod” y lo que puede lograr. Puede sacar agua de las piedras y tranquilamente puede ganarte el partido solo. Por esta razón, la defensiva encabezada por el LB Bobby Wagner, deberá tener una concentración absoluta, porque con un ojo debe estar mirando que no se escape el corredor y con el otro, mirar que Rodgers no haga la jugada grande.
Por el lado defensivo, los “cabeza de queso” intentarán con Preston y Zadarius Smith presionar constantemente a Russell Wilson para que este juegue incómodo y no pueda ubicar a sus muy buenos receptores. Si los ubica, los Packers tendrán inconvenientes porque la secundaria comandada por el profundo ex Bears, Adrián Amos ha mermado mucho su rendimiento últimamente.
Por el lado del equipo dirigido por Pete Carroll, si quieren salir victoriosos en este juego deberán mejorar mucho lo realizado el domingo pasado. Si bien les alcanzo para ganar, los Packers tienen mayor calidad en sus jugadores y tienen todos sus jugadores disponibles (recordemos que los Eagles jugo ese juego sin sus tres receptores titulares, perdieron a su QB titular en el primer cuarto, y su corredor principal estaba muy disminuido físicamente).
En cuanto al aspecto defensivo, como se dijo anteriormente, deberán estar sumamente atentos a los acarreos de Aarón Jones y que Aarón Rodgers no consiga la jugada grande. Si logran minimizar estas situaciones el 50% del trabajo estará realizado y llevarse la victoria estará al alcance de la mano.
El cuanto a la ofensiva, el juego terrestre es una debilidad para el conjunto de Seattle. Debido a las lesiones de sus corredores 1,2 y 3, como lo son Chris Carson, Rashaad Penny y C.J Prosise, los Seahawks tuvieron que firmar al Marshawn Lynch, eterno jugador de la franquicia, pero que desde año pasado estaba retirado deporte. Además, tuvieron que darle más toques al novato corredor Travis Homer, que todavía le falta mucho aprendizaje para lograr ser un corredor confiable.
Es tan floja esta modalidad de ataque, que su líder corredor las últimas fechas fue su mariscal, Rusell Wilson y fue producto de jugadas rotas. La mejora del ataque terrestre es el ítem principal a mejorar fundamental si quieren llevarse la victoria, por dos motivos; 1 para que la defensiva packer sienta que las corridas pueden ser peligrosas y deban acercar a los apoyadores de la caja y 2 para generar espacios para que Russel Wilson puede contactar a sus receptores y ahí es donde los visitantes son sumamente peligrosos. Tanto el receptor novato DK Metcalf o como Tyler Lockett son WR de gran calibre y en cualquier momento puedan dejar aireado a su defensivo y llegar a las diagonales rivales. De no mejorarlo, los apoyadores se formaron unas yardas más lejos de la caja y ayudaran a los esquineros en la marca de los receptores y ahí se hará mas cuesta arriba para el conjunto de la NFC Oeste.
Otro detalle que puede marcar el transcurso del juego y a que priori tienen una ventaja el equipo visitante, es la dirección técnica. Pete Carroll es un entrenador muy experimentado en estas situaciones, ya las ha vivido (recordemos que ha llegado a dos Súper Bowl, de los cuales ganó uno) y sabe cómo actuar frente situaciones límites. Matt Lafleur, es un joven coach, que como entrenador en jefe, el juego divisional será su primero en playoff. Si bien tiene una mente brillante, la nula experiencia en estas situaciones puede provocarle que tome decisiones desacertadas.
Sera un encuentro sumamente parejo, el más equilibrado en esta ronda de playoff, donde no se ve un ganador definido. Son dos grandes equipos, con dos mariscales elite, con buenas defensas y con sus armas ofensivas muy conocidas. Cuando hay tanta paridad, el partido se definirá en la ejecución de las jugadas y quien ejecute mejor su playbook llegará a la instancia definitoria de la Conferencia Nacional.