Los San Francisco 49ers evitaron otra campanada y vencieron con categoría 27-10 a los Minnesota Vikings en la ronda divisional de la Conferencia Nacional de la NFL, por lo que aseguraron avanzar a la final, en la cual volverán a ser locales y donde ya esperan al ganador del juego entre Seattle y Green Bay.

El ataque terrestre de los Vikings apenas pudo sumar 21 yardas en 10 intentos. Además, las entregas de balón fueron costosas, las cuales el equipo de casa no las desaprovechó para ampliar la diferencia y así, asegurar el triunfo.

La primera ofensiva púrpura fue frenada en seco, mientras que los anfitriones lograron recorrer todo el campo basados en el ataque aéreo hasta que Jimmy Garoppolo encontró en las diagonales a Kendrick Bourne de tres yardas.

Jugadas después, un bombazo de Kirk Cousins a Stefon Diggs de 41 yardas al aprovechar una mala cobertura defensiva, propició el empate 7-7.

Más tarde, un acarreo de Tevin Coleman de una yarda volvió a darle la ventaja de un touchdown a San Francisco, que en la recta final sufrió con la intercepción de “Jimmy G”, aunque la defensiva se fajó para solamente permitir tres puntos.

Capitalizar los errores

Una conducción de más de 45 yardas fue culminada con la patada de 35 yardas de Robbie Gould para seguir acrecentando la diferencia, sin embargo, el error llegó con la intercepción de Cousins por el defensivo Richard Sherman, cuestión que Coleman no lo desaprovecharía y con puras corridas colocó el 24 a 10.

Ahora un balón suelto en una patada de despeje dejó a San Francisco en una gran posición de campo para que retornara Gould con su segundo intento exitoso, y los pusiera a tres posesiones de diferencia.

Minnesota lo intentó con más ganas que con orden en los últimos instantes y apenas pudo mover en unas cuantas ocasiones las cadenas, pero no evitó su derrota de la postemporada.

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