Múltiples entrenadores han dado su opinión acerca del cambio que la liga está viviendo en su parcela ofensiva. Nasreddine, entrenador de los New Jersey Devils, ha mencionado como múltiples equipos usan a sus defensas no solo para subir el disco sino para quedarse en frente de la portería y pasar mucho tiempo en la blueline contraria

Ahora se precisa de un ataque de cinco jugadores, con los defensas incorporándose al ataque. El mejor ejemplo es John Carlson, que va camino de convertirse en el primer defensor en llegar a los 100 puntos desde Brian Leetch en 1992.

Un buen ataque desde una defensa productiva

Equipos como los Nashville Predators tienen a una de las grandes fortalezas de su ataque en su defensa. Pese a perder a uno de los mejores defensas ofensivos del último lustro como lo ha sido P.K. Subban, jugadores como Ellis, Ekholm o Josi se han combinado para anotar 29 goles en 48 partidos disputados. 

Hay otros equipos que se están aferrando a esta clase de nuevos defensas para progresar en la liga. Heiskanen, Dahlin o Makar son prototipos del defensa del futuro, cuyo nivel influye mucho en la posibilidad de que su franquicia sume goles y triunfos. 

Vuelve la NHL goleadora

Esta situación ha provocado ver un ataque como no lo habíamos visto desde principios de los 90. La media de 6,12 goles por partido durante esta temporada se sitúa como una de las tres más altas durante los últimos 23 años. La nueva generación viene con ganas de cargarse el pasado, cimentado en la defensa y en la mejora de los porteros, para volver a dar luz verde a los marcadores donde se juegue cerca de las dos cifras y el ataque y el espectáculo sean el denominador común de los partidos. 

Prueba de ello es que los cuatro máximos anotadores son todos jugadores menores de 24 años y que, a estas alturas de temporada 200 defensas se hayan combinado ya para anotar 727 goles, siendo el suizo Roman Josi el jugador que domine esta estadística con 14 tantos.