No solamente el deporte lo conforman los atletas que, el día de mañana, serán recordados por haber ganado medallas o batido récords. El equipo que se encuentra detrás de cada uno de esos nombres es una parte esencial del éxito, pero parece que, en los deportes mayoritarios, esto no se tiene tan en cuenta. Por suerte, en el patinaje artístico, como en otros tantos deportes que no acaparan portadas día tras día, esto no es así. 

En el artículo anterior de la guía hablamos de patinadores, de los que se juegan todo en el hielo. Fuera, sus entrenadores y coreógrafos han hecho el mejor trabajo posible para convertir en medallas sus programas.  

La ISU, en sus Skating Awards, quiere también premiar su esfuerzo y dedicación durante la temporada. Y como en VAVEL, hasta ahora, no hemos hablado del último curso patinajístico, vamos a aprovechar esta segunda previa para hacerlo.  

  • Best coach

Tutberidze, Orser y Arutyunyan son los tres entrenadores de entre los que el jurado, escogido por la ISU, elegirá al ganador. Empezando por el último, habiendo sido el entrenador de patinadores tan relevantes como han podido ser Adam Rippon o Ashley Wagner, su éxito durante los últimos años se sustenta en dos nombres, Mariah Bell, y, sobre todo, Nathan Chen.  

Centrándonos en esta temporada, con Bell ha conseguido dos bronces (Internationaux de France, Rostelecom Cup), y una plata en los nacionales de Estados Unidos. Lo relevante llega con Chen, que parecía imbatible antes de la pandemia. Ganando la final del Grand Prix con su season best, el norteamericano se proclamó, por cuarto año consecutivo, ganador de los nacionales estadounidenses.  

Todos estos logros se dieron bajo la atenta mirada de Arutyunyan, al que le sobra tiempo para bromear acerca de sí mismo. ‘’Soy como un doctor, cualquiera me puede pedir ayuda. Supongo que por eso entreno a patinadores adultos. Ellos vienen de entrenar en otros lugares hasta que se encuentran con el dilema de retirarse o seguir patinando. Como resultado, vienen conmigo’’.  

Tampoco tiene ya nada que perder, y lo sabe a la hora de dar su opinión con el estado del patinaje femenino. ‘’Las niñas no deben competir con las mujeres, no es justo. Me preocupa aquella atleta madura que, habiendo invertido doce años en su patinaje, comienza a perder ante una niña con cuádruples’’, dijo en una entrevista.  

’El sistema de puntuación es imperfecto. ¿Por qué no dividir los grupos por edad y dar a todo el mundo una lucha justa? Patinaje técnico y cuádruples a un lado, patinaje artístico por otro’’, sentenció. Y estas declaraciones están sustentadas en el Team Tutberidze, con una Zagitova apartada del hielo, y tres recién llegadas a la categoría sénior, adalides de ese patinaje.  

A Eteri Tutberidze le gusta ganar, simple y llanamente. Nada destacado en masculino no importa cuando alguien ve su década dominando el patinaje femenino. Con Lipnitskaia comenzaron sus éxitos, ganando más importancia cuando esta consiguió dos platas en la temporada 2013-14, en la final del Grand Prix y del Mundial, y el oro en el Europeo.  

Pero aquella misma temporada, hacía su debut júnior internacional la patinadora que le quitaría el puesto a Lipnitskaia, Evgenia Medvedeva, con dos bronces a añadir a su medallero. Doble ganadora del Grand Prix, y doble campeona mundial y europea, la moscovita era la mejor baza para Tutberidze. 

Pero una lesión en el metatarso de Medvedeva podía alejar a Eteri de la victoria olímpica, y como he dicho antes, a ella le gusta ganar. Evgenia luchó por ese oro, que se lo llevó el as bajo la manga de su entrenadora, Alina Zagitova, su compañera de equipo. Tutberidze seguía dominando el patinaje, pero Evgenia se alejó de ella y buscó su futuro en el último nominado al premio.  

Tras Zagitova, y lo verdaderamente importante en esta previa, llegaron Kostornaia, Shcherbakova y Trusova, aunque esta última dejó a Eteri en pleno confinamiento. La entrenadora parece haber encontrado la clave para ganar, visto está en el podio de la final del Grand Prix.  

Las niñas de Eteri no han parado de batir récords esta temporada, pero se discute cómo les afectará todo el impacto que sus cuerpos reciben de aquí a unos años. Ellas, realizando todos los saltos cuádruples que son capaces de hacer, han apartado a las patinadoras veteranas de las medallas. Pero, aunque lejos de la delicadeza y sofisticación de Medvedeva, o de la madurez de su compañera de equipo, Zagitova, las de Tutberidze ganan. Y eso es todo lo que le importa a su entrenadora.  

De nuevo, al otro lado del charco, se encuentra el último nominado, Brian Orser. Al canadiense ya le avalan como buen entrenador todos los éxitos conseguidos en el pasado por Yuna Kim, oro olímpico y ganadora en tres ocasiones del Grand Prix. Pero, como es obvio, esto no es lo único que Orser ha ofrecido a este deporte.  

A él lo tenemos que vincular con el único patinador que conoce la mayoría de españoles, Javier Fernández. Uno de los mayores orgullos nacionales de nuestro país fue, con Orser detrás, campeón de Europa durante siete años consecutivos, y doble campeón del mundo, así como bronce olímpico. Pero la otra estrella del equipo de Orser es, probablemente, el patinador más famoso del mundo.  

Hablamos de Yuzuru Hanyu, al que se le acumulan las medallas. Resumiendo, el japonés ha sido oro olímpico en dos ocasiones, y cuádruple ganador del Grand Prix. Hasta la llegada de las lesiones y de Chen, nada ha parado a Hanyu, que ha sido capaz de evolucionar a lo largo de todos estos años. Entre Fernández y él, la proeza de los chicos de Orser en el patinaje internacional es de una escala antológica.  

Si con Eteri se habla de dominación en el patinaje femenino, con Orser hay que hacerlo en masculino. Pero con la llegada de Medvedeva a Toronto, la posibilidad de ganar medallas en el femenino vuelve a tocar a la puerta del canadiense.  

La rusa consiguió un bronce en los Mundiales del año pasado, y tras una mala experiencia en los nacionales rusos de este año, la temporada que viene volverán a intentar el éxito. Ahora, con Pekín 2022 en mente, frente al patinaje de las de Eteri, Medvedeva y, por consiguiente, Orser, quieren ese oro olímpico que no se consiguió en 2018

Pero eso ocurrirá en dos años, ahora, toca esperar a la temporada que viene, y a saber quién ganará el premio de la ISU. La escuela adulta de Arutyunyan, las niñas de Tutberidze, o el bagaje de Orser

  • Best choreographer

No existiría programa sin entrenador, pero, como es evidente, tampoco lo haría sin coreógrafo. Tres han sido los nombres que, tanto prensa como público, eligió como los mejores de la larga lista publicada por la ISU.  

En primer lugar se postula Lori Nichol, que habiéndose encargado de programas con escasos podios en lo que a individual se refiere, ha creado verdaderos programas ganadores en la modalidad por parejas. Al mando desde hace ya años de los programas de Wenjing Sui y Cong Han, con sus directrices, los chinos se han hecho con el oro en la final del Grand Prix y en el Cuatro Continentes.  

Además, suya también es la culpa de que Cheng Peng y Yang Jin obtuvieran la plata en las mismas competiciones. Es por conseguir que sus coreografías tuvieran el monopolio de medallas, que Nichol es una firme candidata, el mejor en lo que a parejas se refiere.  

También se encuentra entre los tres elegidos Marie-France Dubreuil, de la que cabe destacar dos coreografías. Por un lado, la del programa largo de Nathan Chen, un mashup de canciones de Elton John patinado magistralmente por el estadounidense. Cuadrar un triple axel con el inicio de ‘’Rocketman’’ o una secuencia de pasos rompedora son algunos de los motivos para que este programa le catapultase al oro en el Grand Prix.  

Y, por otro lado, la danza libre de Papadakis y Cizeron. La música, más hablada que instrumental, perteneciente a la banda sonora de ''Broadchurch'', hacía de la coreografía lo que supondría el éxito o el fracaso. Arriesgado si no fuera por el talento de los franceses, el programa les dio la victoria en el Grand Prix y una plata en el Europeo, interpretando como nadie más podría lo que se reproducía por los altavoces.  

Por último se encuentra Shae-Lynn Bourne, coreógrafa de 18 programas durante esta temporada. Dos de ellos fueron protagonistas en la modalidad femenina del Cuatro Continentes, tanto el corto de Rika Kihira como el largo de Young You. Respectivamente, las dos asiáticas acabaron primera y segunda, demostrando el potencial del talento joven.  

También en el Cuatro Continentes, así como en el Grand Prix, fue protagonista Yuzuru Hanyu. Oro en el primero y plata en el segundo, su programa libre sería impensable para un patinador que cumplía 25 años el día de la final del GP, a no ser que seas Hanyu. Cuatro cuádruples o una combinación de dos triples axels, que no pudo realizar en la final, hacen de esta coreografía una ganadora. 

Pero, aún con lo increíble que sea en el hielo, Chen se quedó con el oro en aquel campeonato, en el que su programa corto, con la música de ‘‘La Bohème’’, estaba también coreografiado por Bourne. Igual que el libre, perfectamente acompasado con la música, el norteamericano, con los pasos de la canadiense, se hizo con el triunfo en el Grand Prix. 

Y el último de los más destacados programas coreografiados por Bourne en esta temporada es de Evgenia Medvedeva. ‘’Memorias de una geisha’’, nominado al Skating Award de programa más entretenido, era algo que la rusa tenía en mente desde hace un par de años, y que Shae-Lynn se ha encargado de materializar.  

Hablaremos más de este programa en la última de las previas acerca de estos premios, mañana en VAVEL.com. Pero de entre estas dos categorías, ¿quién se llevará el trofeo a casa? Lo sabremos el 11 de julio a las 16 horas, en el canal de Youtube de la ISU.