La "batalla de Pensilvania" es una de las rivalidades más acérrimas que podemos encontrar en la NHL. Pittsburgh Penguins y Philadelphia Flyers, o estás con uno o con el otro, pero nunca con los dos o a medio camino. Solo la especial situación social que viven los Estados Unidos en este año 2020, han conseguido hacer uno solo a ambos equipos.

El 28 de julio, a las 15:00 hora local de Toronto, hogar de los partidos de la conferencia este de la NHL, mientras sonaron los himnos nacionales de Estados Unidos y Canadá, no hubo dos bandos, dos orillas del río o dos formas diferentes de ver la vida, si no una voluntad de a través del deporte hacer de este mundo un sitio mejor, y que mejor manera de hacerlo que los feroces rivales en el hielo, compartan la línea azul y se mezclen entre ellos sin importar el color del jersey que visten.

Las palabras de Sidney Crosby, capitán y máxima estrella de los Pens resumen el espíritu de esta acción: "Han ocurrido muchas cosas desde que jugamos nuestro último partido. Y ambos equipos sentimos que era importante mostrar unidad tras lo sucedido y queríamos ser parte de la solución dando un paso adelante."

Solo la primera de muchas iniciativas

La NHL, como las otras grandes "majors" norteamericanas siempre ha apostado por el impacto positivo de sus franquicias en los lugares donde está presente, por eso en estos tiempos de confusión y necesidad, está apostando más que nunca por hacer del deporte un faro que saque lo mejor de la sociedad.

Por ello tanto los partidos que abren la competición oficial tanto en Toronto como en Edmonton, rendirán homenaje a los trabajadores que han luchado en primera línea contra la pandemia y a todos aquellos que han enarbolado la bandera de las luchas sociales.

Una semana en la que no solo la liga y los equipos, si no también los jugadores desplegarán su influencia y apoyo a causas benéficas, en forma de etiquetas "#skatefor" y "#weskatefor" en sus cascos y uniformes.