La pandemia del COVID-19 alejó a todos los patinadores del hielo. Cambios de entrenadores, como los de Trusova y Kostornaia; o patinadoras lejos de sus lugares de entrenamiento, como Medvedeva; han marcado la actualidad durante el verano.

Los Russian Tests Skates 2020 dejan claro que, pese a las dificultades, ninguna rusa va a querer quedarse atrás esta temporada. Caídas, contratiempos, rabia y dedicación. Esas cuatro palabras pueden resumir las tardes del 12 y 13 de septiembre, en las que Moscú fue el centro de las miradas.

Caídas, repartidas entre las siete mujeres que presentaron sus nuevos programas en la capital rusa. Contratiempos, como la salida de Samodurova por culpa de una fiebre. Rabia, la de Kostornaia, no conforme con su programa corto, y desechando directamente el largo. Y dedicación, por las siete, por el esfuerzo que ha supuesto salir a darlo todo incluso en unas condiciones muy lejos de las adecuadas.

  • Plushenko entra en escena con buenas sensaciones

Trusova y Kostornaia. Kostornaia y Trusova. Protagonistas indiscutibles de los Tests junto a otro nombre, Evgeni Plushenko. De lo que hicieran sobre los patines se iba a hablar, y mucho. De nuevo, también se habló de lo hecho fuera del hielo, en el caso de Alena.

Kostornaia escogió ‘’no time to die’’ y ‘’you should see me in a crown’’ de Billie Eillish como la música para su programa corto. Su rostro al terminar de patinar lo dijo todo, no le contentó para nada lo que hizo dentro de la pista. Un programa muy en su línea, con dos partes claramente diferenciadas por las dos canciones que lo componen, pero patinado a medio gas.

La base está presente, el potencial se puede apreciar y la campeona europea puede extraerlo sin ningún problema. Pero el sábado no fue el mejor de sus días. Fue por este motivo que el domingo amaneció con la noticia de que Kostornaia se iba de los Tests, con la intención de cambiar su programa largo, siendo coreografiada por Shae-Lynn Bourne.

Mejor le fue a Alexandra Trusova, la que más tiempo bajo la mirada de Plushenko ha estado durante el periodo estival. ‘’Love story’’, de Lola & Hauser, es la música de su programa corto, que mostró el trabajo por pulir y perfeccionar a la Sasha recién llegada a sénior la temporada pasada.

Aunque donde la mejoría se ve con un simple vistazo es en el programa largo, con la música de ‘’Romeo y Julieta’’. Más allá de las caídas o los fallos que pudo haber en la técnica, se ve a una Trusova más madura con su patinaje, mínimamente alejada de su estatismo metódico, y acercándose, a pasos cortos pero concisos, a lo ‘artístico’, del ‘patinaje artístico.

  • La fiebre de Samodurova y la garra de Tuktamýseva

Sofía Samodurova patinó el programa corto con fiebre. En un año normal, en una situación habitual, no habría habido demasiado problema. Pero en los tiempos que corren, en mitad de una pandemia que sigue acumulando contagios y fallecidos, es un problema grave. Y tan grave fue, que antes de que llegara el turno del patinaje femenino el domingo, la conversación en Twitter giraba en torno a la patinadora de Krasnoyarsk.

Dejando de lado este incidente, su programa corto, ‘’The man with the harmonica’’, de Apollo 440, fue una grata sorpresa en la tarde del sábado. Acorde con su temática, la coreografía es fría, metálica, pero consigue captar el aura de la música en todo momento. Punto a favor de la pupila de Mishin, la gran desapercibida de los Tests.

Quien no pasó desapercibida fue la más veterana de entre las siete, Tuktamýseva, de 23 años. A ritmo de ‘’Spartak’’, de Khachaturian, la natural de San Petesburgo realizó un programa corto con un sello muy propio, una coreografía onírica con gran potencial a la hora de competir.

Por otro lado, su FS, ‘’The song of the bird’’, demuestra las ganas y la intención de Elizaveta por no estancarse y saber evolucionar de forma acorde con el patinaje actual. Ser la que más años lleva en sénior no la convierte en menos al lado del talento joven, y es lo que ha querido mostrar.

  • Un año aún más raro para Tutberidze

Una extraña entre adultas, y una patinadora sola ante el peligro. Valieva y Shcherbakova dieron lo mejor de sí mismas, pero con una presión para nada comparable. La júnior parte como favorita, y su presencia durante los Tests sénior fue descafeinada entre los verdaderos centros de atención. Sin embargo, ahora Anna es la única sénior entrenada por Tutberidze, lo que supone una verdadera presión sobre sus hombros.

‘’Storm’’ será el SP de Valieva, igual que tormentoso ha sido el verano del Team Tutberidze. Delicado, con detalles por pulir a lo largo de las próximas semanas, pero con potencial de sobra para ser la reina júnior en su último año. No es un programa único, no es nada sumamente nuevo, pero está diseñado para triunfar en su categoría, algo que Eteri sabe conseguir.

Parecido es su programa largo, ‘’Bolero’’, aunque incluso más austero en interpretación que el corto. Distante en ciertos momentos, muy cercano a la técnica y muy poco al artístico, su FS coincide con su programa corto en estar perfectamente medido para ganar, nada más allá.

Shcherbakova es, por otra parte, la única de las 3A fiel a Tutberidze. Su programa corto, ‘’O doux printemps d’autrefois’’ es gris, con un tono melancólico y apagado, envuelto en una bruma oscura. La continuación de la joven Anna vista la temporada pasada conlleva un programa más reflexivo e íntimo, alejado de lo visto anteriormente.

‘’Forgiveness’’ es la música de su programa largo, en la tónica con lo visto en su SP. Una Shcherbakova más adulta, aunque quizá dando un salto forzado de madurez en su patinaje que deberá pulir a lo largo de la temporada, nos ofrece otra coreografía acerca de recuerdos, queriendo convertirla en una memorable.

Anna muestra más delicadeza que ninguna otra en los Tests, a cambio de una falta de combustible que se puede achacar a ser la primera vez que lo patina frente al público. Una mezcla agridulce de sentimientos, con sonrisas y rostros serios en su faz dejan un aura de tristeza impregnada en ella. Mucha temporada por delante para la actual ganadora de los Nacionales Rusos, para que ese aura se convierta en sinónimo de triunfo.

  • Medvedeva, cada temporada con más fuerza

No está siendo un año sencillo para Medvedeva. Pero es bien sabido por todos que, bajo situaciones de estrés, la moscovita consigue superarse a sí misma, y a todas las expectativas puestas sobre ella.

Canadá, Japón, y Rusia. ‘’Encerrada’’ en Moscú debido a las cuarentenas obligatorias para llegar a Toronto, donde la esperan Brian Orser, Tracy Wilson y todo el Cricket Club. Entrenando temporalmente con Tatiana Tarasova, controlada vía Skype por Orser, la moscovita enfrenta la temporada de una forma aún más compleja que el resto. A Evgenia solamente le mueve una cosa, y es su amor incondicional por el patinaje.

Es por ese mismo motivo que se presentó a los Tests con una lesión en la espalda, pero con ganas de mostrar lo que tenía entre manos. ‘’Masquerade’’, su programa corto, recuerda en cierto modo a ‘’Anna Karenina’’, ambos le sientan a la perfección a Medvedeva.

Sutil, delicada, pero alegre y esperanzada. Esa es la esencia de la coreografía, que te envuelve perfectamente en la historia que quiere narrar el patinaje de la atleta olímpica. El SP con más energía de todos los mostrados, y un golpe en la mesa de Evgenia para demostrar que jamás se quedará estancada.

Y si ‘’Masquerade’’ es delicado, ‘’Allegria’’ es arriesgado, es innovador, perfectamente elocuente y acorde con quien lo patina. Pese al cansancio, a la lesión y a todo lo que rodea a la doble ganadora del Grand Prix, el potencial del programa se ve con tan solo fijarse en su rostro. El aura circense que desprende, la actitud de cada mínima parte que puesta en conjunto crean un espectáculo, alegre, único, diferente.

La coreografía, obra de Shae-Lynn Bourne, es algo nunca visto en ella. Una secuencia de pasos increíblemente visual o la presencia de una voltereta son partes de un FS digno de la madurez y el tesón de Evgenia. Se ve en ella que va a ser un programa para disfrutar, y para marcar un camino diferente. Y es que, estando cerca de cumplir 21 años, su ingenio sobre el hielo parece inagotable.