Tres días después de dar el pistoletazo de salida a esta temporada tan atípica, todavía hay jugadores que la tienen que ver desde fuera. Es el caso de todos aquellos que han sido puestos en waivers (descartes), es decir, disponibles para recalar en cualquier franquicia de la NHL. Sin embargo, se puede dar la situación de que ningún equipo los reclame, como ha sucedido con varios jugadores en los últimos días.

El ala Loui Eriksson y el delantero Corey Perry están en esa lista de waivers, y si se convierten en agentes libres, lo que significaría que ninguna franquicia les ha reclamado, podrían ser asignados al equipo filial en la AHL o al llamado taxi squad, un grupo de cuatro a seis jugadores que puede entrenar con la franquicia y ser llamado para el partido antes de las cinco de la tarde del mismo día.

Los Canadiens pusieron a Perry, MVP hace nueve años, en waivers después de que firmara un contrato de 750.000 dólares por un año y aterrizara procedente de Dallas, donde firmó cinco goles y 16 asistencias en 57 partidos la temporada pasada. Además, Michael Frolik también ha seguido los pasos de su compañero y ha sido colocado en la lista mencionada.

Por su parte, Eriksson, que en su momento firmó un contrato de 6 años y 36 millones de dólares, se encuentra en la taxi squad, donde la franquicia no se tiene que hacer cargo de su salario y, por tanto, libera un espacio de seis millones. Los Canucks pusieron a otros cinco jugadores en waivers, entre los que destaca el delantero Sven Baertschi, que hubiera cobrado más de tres millones de dólares esta temporada.

No son las únicas franquicias que han recurrido a esta opción. Por ejemplo, los Oilers colocaron a cuatro delanteros y un portero en waivers, mientras que los Maple Leafs hicieron lo propio con hasta 14 jugadores.