Los Flames han presentado algo de consistencia en los últimos seis partidos, solo han anotado una vez en cada uno de ellos. Enterrado en una montaña de críticas y acusaciones en Calgary, es un problema de anotación lo que realmente sorprende para un plantel con este grupo de jugadores. Algo particularmente preocupante cuando estás participando en la división de mayor puntuación de la NHL.

El grupo de los siete de Canadá tiene un promedio de 6.4 goles por partido, una tasa que la NHL no ha visto en toda la liga desde 1993/94. Por lo que un gol porpartido no va a ser suficiente.

Los cuatro mejores equipos de la División Norte se ubican entre los siete primeros en los rangos de puntuación de la NHL, mientras que Calgary se ubica 17 lugares por debajo de Montreal, en el puesto 24 con 2.50 goles por encuentro. Los Oilers y Leafs han anotado más de un gol por partido este año, más que un club como los Flames que ha tenido problemas recientemente contra equipos como Vancouver, Toronto y Ottawa, ninguno de los cuales son conocidos como escuadrones defensivos estelares.

Los cuatro anotadores más importantes en la lista de Flames deben ser mejores, ya que el hombre que lidera el camino últimamente es Andrew Mangiapane, quien ha marcado la tercera mayor cantidad de goles en la NHL en el mes de febrero.

Habla de los problemas de profundidad del equipo desde el principio, algo que se suponía que era la fortaleza de este grupo. La tercera y cuarta línea no ha anotado pero tampoco parece encontrar la química necesaria para funcionar, aunque es necesario considerar que este no es un equipo que maneja sus líneas de forma convencional. Es un sistema rotativo de tres filas con extras entrando y saliendo de la alineación, el cambio de líneas claramente no ayuda, pero tampoco parece que mantenerlas haga efecto. 

Josh Leivo y Dominik Simon, los agentes libres que se unieron a principio de esta temporada, todavía no han mostrado la posibilidad o la capacidad de anotar como para ser parte de los primeros nueve de la rotación ofensiva. De alguna forma esto le pone una presión extra a jugadores como Johnny Gaudreau y Elias Lindholm para volver a producir como antes. 

Los Flames tienen ocho goles en sus últimos seis partidos, tres de ellos fueron marcados durante una situación de power play. El entrenador no descartó la posibilidad de comenzar el partido del sábado con la conocida alineación de los seis primeros del año pasado, poniendo a Lindholm junto a Gaudreau y Sean Monahan, mientras que Backlund con Matthew Tkachuk y Mangiapane.

Su incapacidad para generar en la delantera ha llevado a interminables déficits en el primer período, lo que finalmente lleva al equipo a rendirse en noches como la dura derrota 6-1 del pasado jueves en Ottawa, donde los jugadores esencialmente admitieron después que se habían quedado sin gasolina y esperanza después de caer 4. - 1.

En los últimos años, los Flames estaban armados con el poder ofensivo y la mentalidad que les hacía creer y ser capaces de volver a meterse en el partido. Como era de esperar, la fragilidad de este grupo fue un tema importante después de lel entrenamiento del pasado viernes.

"Creo que tenemos muchos altibajos en lugar de mantenernos firmes durante todo el partido", dijo Chris Tanev. "Cuando vamos bien, sentimos que estamos en la cima del mundo, y luego el otro equipo marca y sentimos que el mundo se acaba. Es algo en lo que definitivamente debemos trabajar. Obviamente, es una cosa mental. Tenemos que hablar entre nosotros y ser positivos".