Una de las principales metas del arbitraje en cualquier disciplina deportiva es el pasar desapercibido y que no se les aluda en cualquier conversación sobre el resultado del encuentro deportivo. Y en la NHL esa norma no es una excepción, aunque este año los "refs" están acabando siendo tema de debate más de lo deseado en las jefaturas de la liga.

Ya en el mes de marzo, Tim Peel, apenas a unos meses de su retirada programada, se vio fuera del arbitraje al cazarle un micrófono de la televisión en un comentario sobre una falta en un partido, y ahora en los playoff, son varios los oficiales que se ven cuestionados en sus decisiones sobre el hielo.

Y es que en esta postemporada se está apreciando un apego a las reglas por parte de los árbitros diferente al que se puede ver en la temporada regular. Y si bien es un hecho aceptado que el hockey que juegan los 16 aspirantes a la Stanley Cup va a un ritmo muy superior al que se juega mientras se lucha por clasificarse para la fase final, y por tanto parece natural que el arbitraje pueda sufrir una adaptación a lo que los jugadores ejecutan en el hielo.

Pero una serie de decisiones en los últimos partidos han desorientado tanto a los aficionados como a los profesionales de los medios que siguen la liga en Norteamérica, y han llevado a Sportsnet a sondear jugadores y periodistas de otros medios acerca del tema.

Y si bien los jugadores se mostraron renuentes a hablar sobre el tema, la amenaza de sanciones de la liga o de represalias por parte de los árbitros colearía en el ambiente, comentaristas como Kevin Bieksa en la retransmisión de Sportsnet como el analista de la norteamericana NBC, Pierre McGuire, han expresado su confusión acerca de ciertas decisiones arbitrales, alejadas de la experiencia y de lo que refiere el reglamento.

Y si bien no se llega al fondo del asunto, lo que si está claro es que toda esta polémica, al igual que en el caso de Peele, no está fundamentada en la corrupción del cuerpo arbitral, pero eso no quita que esta interpretación sui géneris de las reglas por parte de quienes están en el hielo para hacerlas respetar, no esté levantando polémica, y que algunos teman que la integridad de más de un jugador, no esté en riesgo más allá de lo que supone el contacto deportivo en el hielo.