Vladimir Tarasenko podría tener los días contados en St. Louis después de que le hiciera una petición de traspaso a la franquicia. El jugador ruso tiene todavía dos años más de contrato tras los ocho por los que firmó en 2014. Además, existe una cláusula de no traspaso que intentaría no ejecutar para facilitar su salida.

Durante las dos últimas campañas, Tarasenko solo ha disputado 34 partidos, en los que ha marcado 7 goles y repartido 17 asistencias. Las tres operaciones de hombro a las que se ha visto obligado a someterse han sido el gran quebradero de cabeza para él y también su motivo de enfado con la entidad azul. Durante sus dos primeros pasos por quirófano en las manos de los servicios médicos del club no le encontraron un daño en un ligamento que sí lo hizo un segundo médico al que acudió y que no tenía vinculación alguna con los Blues.

La relación y confianza entre franquicia y jugador se había comenzado a romper, a lo que se le sumó la nueva capitanía de Ryan O’Reilly y supuestos comentarios de la planta noble de los Blues donde se criticaba la actuación del patinador esta temporada.

Con el traspaso del jugador ruso, St. Louis se ahorraría 7,5 millones de dólares al año en el límite salarial. Se espera un verano con mucho movimiento en los despachos del Enterprise Center, aunque todo indica que se van a producir más salidas que llegadas.

Ahora, quedan varias dudas acerca del futuro de Tarasenko. La primera es si será capaz de vestir otra camiseta que no sea la de los Blues antes de que arranque la próxima temporada a mediados de octubre. Otra cuestión es su rendimiento, a priori ya ha superado los problemas en su hombro, pero su recta final de temporada deja alguna que otra duda. Y, por último, su destino: dos equipos parecen tomar fuerza, Los Ángeles Kings, que buscan rodear su joven plantilla con algún jugador experimentado, y los New York Rangers, donde Artemi Panarin, amigo de Tarasenko, podría ser un factor clave a la hora de que el ruso aterrice en la Gran Manzana.