Las circunstancias de la pandemia de Covid-19, han llevado a que apenas apagado el fuego del pebetero olímpico en Tokio un año más tarde de lo previsto, las de Beijing estén solo a medio año de encenderse. Y eso hace que los equipos que participarán en el torneo olímpico de hockey empiecen su trabajo de afinamiento y preparación para el evento.

Canadá, donde el hockey es deporte rey, prepara sin duda esta cita con ambición extrema, y el oro es el único objetivo que puede rondar en la cabeza de los dirigentes de la federación canadiense, y por ello nada mejor que contar para dirigir al equipo que con Jon Cooper, el ganador de las dos últimas Stanley Cup con Tampa Bay Lightning.

El técnico conocido por su versatilidad táctica y su capacidad de contrarrestar el juego rival, sería la cabeza de un equipo técnico de auténtico ensueño, ya que contaría como entrenadores ayudantes con Peter DeBoer (Vegas Golden Knights), Bruce Cassidy (Boston Bruins) y otro gran genio táctico, Barry Trotz (New York Islanders).

Cooper no es novato en el mundo de la alta competición bajo los auspicios de la IIHF, ya que en 2017 fue el entrenador jefe de una Canadá que conquistó la plata en el Mundial IIHF. También en el hockey de selecciones fue ayudante en el equipo de Norte América en la World Cup de 2016.

Estatus provisional a espera de acontecimientos

Todo esto iría a expensas de que finalmente Beijing 2022 contara con la asistencia de los jugadores de la NHL, una presencia que solo está en duda por todo lo que rodea la pandemia que nos afecta a día de hoy, pero que si los organizadores chinos, son capaces de lidiar como sus vecinos japoneses, dada la ambición de Gary Bettman de pescar en el mercado chino, debería producirse.

En el caso de que finalmente los jugadores de la mejor liga del mundo, no acudieran a esta cita, un nuevo cuerpo técnico sería nombrado por la federación canadiense, y el calendario de la NHL se reajustaría para aprovechar esas dos semanas concedidas en principio a la competición olímpica.