Tras la publicación del informe encargado por la dirección de Chicago Blackhawks para determinar lo que ocurrió tras la denuncia anónima de abuso sexual a un jugador en los playoff de 2010, hay cosas que han quedado expuestas y sin discusión, que las acusaciones de Kyle Beach están fundadas y que el culpable es el que fuera entrenador de vídeo, Brad Aldrich.

Y siendo estos puntos fundamentales hablando de un proceso esclarecedor de la verdad como el que se inició en serio el pasado mes de junio, hay otro punto que es importante en esta discusión, la responsabilidad que compete a cada uno de los encargados tanto en los propios Chicago Blackhawks, como en el resto de instituciones que participan en el desarrollo de la liga para que hayan pasado 11 largos años para empezar a hacer justicia.

Y como era de esperar el foco se ha posado en la organización cuya existencia se justifica en la defensa de los intereses de los jugadores, la NHLPA, su sindicato, y en concreto en su máximo dirigente en aquella época y justo ahora, Donald Fehr.

En las conclusiones del informe se afirma que se contactó con Fehr al menos dos veces para referirle el caso, una de ellas por una persona de confianza de la víctima, sin que el sindicato iniciara algún tipo de acción al respecto.

Los jugadores votan por una comisión externa

Este asunto ha levantado la suspicacia en los jugadores, ya que si bien, este es un caso pasado, y en otros Fehr ha dado la cara por los jugadores, encontrarse con que la asociación que representa sus intereses, ha dado la espalda a uno de los suyos, y además uno perteneciente al eslabón débil de la comunidad, como es el de los jugadores jóvenes que orbitan entre la AHL y NHL hasta que encuentran su sitio en la liga, pueden pensar que en otros asuntos también podrían verse traicionados.

Donald Fehr | Foto. sportsnet.ca
Donald Fehr | Foto. sportsnet.ca

Por eso la reunión convocada el pasado martes por el consejo ejecutivo de la NHLPA que reúne a representantes de las 32 franquicias, ha votado a favor de una comisión independiente que investigue la actuación de Fehr y los cargos de la NHLPA respecto a este caso. Una comisión que fue propuesta por el propio presidente, pero obviamente, no tenía otra salida más que satisfacer la demanda de sus asociados.

Adaptación a una nueva era

En un estado de derecho y en una organización seria, las consecuencias deben resultar de las conclusiones de la investigación, pero una consecuencia si podría adelantarse de todo este escándalo en lo que respecta a la NHLPA. Y es que esta organización nacida en 1967 para dar dignidad profesional a los jugadores de hockey, que hasta ese entonces eran mera mercancía o cromos en manos de los equipos, no solo debe dedicarse a temas que son muy importantes como son el salario que se recibe de su trabajo y otros temas de perfil alto, si no también a otros temas que afligen a los jugadores y que afectan tanto a su vida profesional y personal.

Como se expone en este artículo de The Hockey News, la historia de los presidentes de la NHLPA desde su creación, ha sido turbulenta, y toca a los jugadores encontrar a la persona, en el caso de que Fehr dejara el cargo, encontrar a la persona que los lidere en la transición al hockey del siglo XXI.