Cierre pleno de emociones de la primera ronda de playoff de la NHL en su edición de 2022. Nos quedaban dos Game 7 del póker que nos había proporcionado el devenir de los hechos, y la emoción y la intensidad de los mismos hicieron valer la pena su llegada. Marcadores estrechos, alternancias en el marcador y el summum de un partido de estas características, jugársela en el duelo a primera sangre que es el tiempo extra, donde el primer gol que llega a la portería no admite más réplica.

Además con el premio para los aficionados de que los goles definitivos, aunque podamos ser muy fan de los héroes inesperados, vinieron de los hombres que tienen que apechugar con la responsabilidad en los momentos que importan, Artemi Panarin para los Rangers y Johnny Gaudreau para los Flames.

(4) New York Rangers 4-3 (OT) Pittsburgh Penguins (3)

Los Penguins reconocían la importancia del partido y salían con todo lo que tenían disponible, Sidney Crosby volvía a la alineación y Tristan Jarry desplazaba a Louis Domingue tras las dos remontadas neoyorquinas de los partidos anteriores y que neutralizaron el 3-1 en la eliminatoria de la que llegaron a disfrutar los de Pensilvania.

Los Penguins comenzaron muy sólidos confiados en su experiencia victoriosa en esta clase de partidos, pero no hay confianza posible cuando en el hielo tienes enfrente a Mika Zibanejad y Chris Kreider, una combinación entre ambos sirvió para poner en ventaja a los locales. Pero Pittsburgh no se vino abajo, siguió haciendo su juego y en las postrimerías del periodo, aprovecharon un power play, por medio de Danton Heinen, eso si tras una batalla campal en la pintura azul de la portería de Shesterkin, marcando un gol que tuvo que ser revisado porque apenas rebasó la línea tapado por una pléyade de jugadores de ambos equipos que pugnaban por el disco.

Con empate comenzaba el segundo periodo, y la indisciplina volvía a castigar a los Rangers, Jake Guentzel también en superioridad, arrebataba el disco del guante de Shesterkin y lo hundía en la portería evitando el stick en alto que lo habría anulado. Los Pens se ponían en ventaja de uno. Ventaja que les duraría solo un minuto, K´André Miller lanzaba el disco y este rebotaba en el patín de Matheson y despistaba totalmente a Jarry, un golpe de suerte que era preludio del resultado final.

Aunque los dioses del hockey estaban caprichosos mientras contemplaban el partido, porque Evan Rodrigues convirtió la necesidad en virtud marcando en inferioridad y poniendo otra vez a su equipo por delante al final del segundo periodo.

Tocaba ver si esta vez los Pens conseguirían aguantar esta ventaja o si los Rangers serían capaces de voltear este resultado. El tiempo transcurría y los visitantes parecía que por fin podrían mantener el botín conquistado, pero justo antes de entrar en los minutos de la desesperación, apareció de nuevo Mika Zibanejad para llevar el empate definitivo durante el tiempo reglamentario.

No tuvieron que esperar mucho los neoyorquinos para rematar el trabajo, a los tres minutos Brock McGinn acababa en la nevera y en la superioridad que se generó por ello, Panarin desde el círculo encontró el camino de la portería de Jarry cerrando la serie y ganándose el derecho de enfrentar a los Hurricanes en segunda ronda.

(4) Calgary Flames 3-2 (OT) Dallas Stars (3)

No empezó la noche con buen pie para Calgary en su tarea de hacerse fuertes en casa para conseguir el objetivo de pasar la eliminatoria, porque Jamie Benn salió de la sombra para tan solo a los 40 segundos poner delante a los Stars. El equipo de Rick Bowness no solo golpeaba pronto, si no que golpeaba primero en una serie en la que cada gol puede ser tremendamente decisivo.

Obviamente los Flames no se quedaron a verlas venir, y volvieron a someter a Jake Oettinger a una tormenta de tiros, desde la línea azul, desde el círculo, a quemarropa, pero el cancerbero de los texanos los frustraba uno tras otro.

Los locales encontraron por fin su recompensa por parte de Tyler Toffoli a los 1:46 del segundo periodo, pero poco les duró el alivio ya que en apenas 30 segundos, los Stars salieron de su zona con rápidez y precisión para que Namestnikov pusiera por delante de nuevo a Dallas.

Pero para salida espectacular, la de Calgary, Markstrom desde su zona puso el disco en la pala de Johnny Gaudreau que penetró en el terreno rival desplazándose al centro para acabar pasando a la derecha a Matthew Tkachuk que batió a Oettinger para establecer un empate traspasado el ecuador del partido que ya no podrían romper ninguno de los equipos, sobre todo Calgary que seguía enviando discos a la portería de Dallas sin descanso.

Y la prórroga trajo más de los mismo, con los porteros desviando tiros sin descanso, incluso algún uno contra uno que hicieron pasar la vida de más de un local o visitante por delante de sus ojos. Y el gol llegó como tuvo que llegar, un disco rebotado llegó a un Johnny Gaudreau tan esquinado que lo último que se podría esperar es que tirara a portería, pero ya lo dijo el más grande, Wayne Gretzky, solo fallas el cien por cien de los tiros que no intentas, y el capitán de los Flames tiró y acertó mandando a Dallas a casa y a su equipo a una cita con los Edmonton Oilers, llevando la Batalla de Alberta a un nivel superior.