Los números

Récord: 51-23-8

Estadísticas (ranking):

Power play %: 23,9 (8)

Penalty killing %: 80,6 (11)

Goles a favor por partido: 3,48 (7)

Goles en contra por partido: 2,78 (6)

Playoff

Finalistas de la Stanley Cup en la que perdieron en seis partidos frente a Colorado Avalanche.

Las expectativas

Tras los ajustes en el bottom six con las salidas de Barclay Goodrow, Blake Coleman y Yanni Gourde y las llegadas de Corey Perry y Pierre-Edouard Bellemare, los Bolts seguían ajustados como un reloj de cara a la nueva temporada y el objetivo sin duda era añadir una tercera corona consecutiva a las dos consecutivas que ya lucían esta generación de jugadores. 

Los hechos

Los Bolts firmaron una temporada regular sin asomar demasiado la cabeza de las que se están convirtiendo en marca de la casa desde que reventaran récords en 2018-19 para caer barridos en primera ronda por los Columbus Blue Jackets. Tras esa temporada han volado bajo el radar, haciendo el trabajo justo para clasificarse para playoff en los que toca dar el do de pecho. Eso hizo que terminaran terceros de su división, la Atlantic, y enfrentaran todas las eliminatorias con el hielo en contra.

Bajo la dirección de Jon Cooper, enfrentaron las eliminatorias previas a la final con actitud para sobrellevar las diferentes adversidades que encontraron, y las facilidades, como la eliminatoria frente a los vecinos del sur, los Panthers, que no pudieron ofrecer oposición a los campeones.

Finalmente Colorado Avalanche fue la horma de su zapato, los hombres de Jared Bednar, estuvieron un punto por encima, y los Bolts cedieron la corona de la forma más honorable que existe, en la final y compitiendo frente al nuevo campeón. Un resultado que les quita la matrícula, pero los deja en un excelente sobresaliente.

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