
Apenas un mes después de recalar en los Hurricanes, Max Pacioretty tendrá que pasar por quirófano tras haber sufrido una ruptura en el tendón de Aquiles, algo que le obligará a estar seis meses fuera de las pistas de hielo. Si nada cambia, podría regresar en febrero y dar ese plus a una franquicia que ya es candidata al título.
Las lesiones del atacante eran la gran preocupación en Carolina y es que solo en tres de las catorce temporadas que ha disputado como profesional, ha jugado 80 o más partidos en temporada regular. De hecho, en el curso 21/22 solo apareció en 39 ocasiones, un dato que se debe poner en contexto, ya que Pacioretty está a punto de cumplir 34 años, por lo que es complejo pensar que su estado físico pueda mejorar en algún momento.
En cuanto a sus estadísticas, aquí no hay ninguna discusión. En 224 partidos que jugó a lo largo de 4 temporadas en Las Vegas, anotó 97 goles y dio otras tantas asistencias, mientras que en la pasada campaña sumó 19 tantos y 37 puntos en solo 39 choques.
Voto de confianza
Por otro lado, y hablando ya de buenas noticias, Carolina anunció ayer la renovación de Martin Necas,, que firmó para las dos próximas temporadas a razón de dos millones y medio de dólares en esta primera campaña y tres millones y medio la siguiente.

Elegido en el número 12 del draft de 2017 por los propios Hurricanes, Necas tendrá una nueva oportunidad de demostrar su potencial después de una temporada muy por debajo de las expectativas y con muchos altibajos durante las tres últimas campañas en la NHL. En 78 partidos de temporada regular solo anotó 14 goles y repartió 26 asistencias, mientras que en los playoffs no pudo convertir ni un solo tanto en 14 partidos. En Carolina siguen creyendo en su talento y habilidad al mismo tiempo que son conscientes de su juventud, 23 años, y esperan que alcance la madurez en estas dos próximas campañas.
“Tengo que ayudar más al equipo, tengo que producir más. Es lo que todo el mundo espera de mí. No lo hice este año y por eso me voy decepcionado”, confesó Necas tras la eliminación de Carolina en el séptimo partido de la segunda ronda a manos de los Rangers.
Así las cosas, todavía queda trabajo por hacer en las oficinas del PNC Arena. La franquicia excede el límite salarial en algo más de un millón, por lo que tiene que dar salida a algún jugador.
