Será sin duda, uno de los fichajes estrella de este verano en la NHL, y no sólo por la ficha que los Flames pagarán al delantero de 31 años, sino por la repercusión deportiva que este movimiento puede suponer en el futuro.

Nazem Kadri es uno de los mejores delanteros de la NHL, el canadiense se alzó con la Stanley Cup el año pasado con los Avalanche, y sin duda él, tuvo mucha culpa de que los de Colorado se llevaran finalmente la copa. Sus 87 puntos en 71 partidos fueron sin duda determinantes y además, el de Ontario completó su mejor año en lo que lleva de carrera. Hay que recordar que Kadri ha estado tres temporadas en Colorado y diez en Toronto Maple Leafs.

El contrato firmado no ha salido publicado todavía, pero los Flames han anunciado que la ficha de Kadri tendrá un valor promedio de siete millones de dólares por año y tendrá una duración de siete años. Es por dicho acuerdo tan alto y para hacer hueco a Kadri en el límite salarial, por lo que los Flames han tenido que desprenderse de un jugador importante como lo es Sean Monahan, que aterrizará en Montreal para jugar con los Canadiens.

Los Calgary Flames con Kadri no renuncian a nada

Y es que, muchos pensábamos que con la marcha de las dos estrellas del equipo este verano, los Flames se iban a quedar "colgados de un guindo". Pues no, a pesar de las marchas de Matthew Tkachuk a los Florida Panthers y la de Johnny Gaudreau a Columbus Bliue Jackets, el equipo canadiense ha sabido reponerse y está completando un equipo con el que puede aspirar a todo.

Para empezar, llegó a los Flames Jonathan Huberdeau, uno de los mejores delanteros de la NHL sin ninguna duda. Para continuar, poco después, la directiva encabezada en la figura de Brad Treliving, se hizo con los servicios del defensa MacKenzie Weegar procedente de los Florida Panthers. Y para poner la guinda al pastel, como hemos dicho anteriormente llega Nazem Kadri.

Con estas adquisiciones los Flames tienen derecho a soñar. Más todavía, después del discreto por no decir mal año que tuvieron la temporada pasada y que nadie allí en Calgary esperaba. Ahora, todo se mira de otro color y los fanáticos esperan que este año sí de una vez, sea el año de los Flames.