Hace solo un año, en el US Open disputado en Chambers Bay, Dustin Johnson tenía un putt de eagle de algo menos de cuatro metros para ganar su primer major. Incluso el birdie le servía para forzar el desempate con su compatriota Jordan Spieth. El primer putt se pasó el hoyo y su bola se quedó a un metro del mismo, a un metro de seguir luchando. Pero, inexplicablemente, lo falló. Y no era la primera vez que dejaba escapar una victoria que acariciaba. En el British Open de 2011 mandó una bola fuera de límites en el hoyo 14 cuando estaba luchando mano a mano por el triunfo con Darren Clarke. Y en el Masters de este mismo año dilapidó sus opciones con un doble bogey en el 17. Demasiados precedentes negativos.

Pero si ese ansiado primer grande tenía que llegar, parecía estar escrito que sería el US Open. De hecho, en las doce últimas rondas de golf que ha jugado en este torneo, Dustin Johnson no ha bajado nunca del sexto puesto. Sin embargo, en esta ocasión la empresa no iba a ser fácil, pues afrontaba la última jornada con una desventaja de cuatro golpes respecto al líder, un Shane Lowry que se había visto pocas veces en una situación así. Johnson aprovechó el inicio dubitativo del irlandés y en solo nueve hoyos ya comandaba la tabla.

Esta vez nada le desvió de su camino, nada le descentró. Ni el posible golpe de penalidad que le confirmarían al término de la vuelta. El estadounidense ya no abandonaría el liderato y redondeó su meritorio triunfo con un gran birdie en el 18. Al fin, podía resoplar aliviado, los fantasmas pasaban a ser cosas del pasado y su primer grande era ya una realidad. Pese a que ya acumulaba ocho puestos entre los cinco primeros en lo que va de temporada, esta es su primera victoria del año. Con este resultado, además, Dustin Johnson asciende hasta la tercera posición en el ranking mundial, desplazando a Rory McIlroy del tercer cajón del pódium.

Sergio García, quien también perseguía su primer major, tampoco anduvo demasiado lejos. El castellonense jugó a gran nivel toda la semana y lo que es más importante, mostró una gran actitud. Sergio llegó a situarse a solo un golpe de Johnson con un birdie en el hoyo 13, pero una sucesión de tres bogeys fruto de algún mal golpe y el infortunio acabó con sus opciones. Pese a todo, fue nuevamente el mejor español y terminó quinto, lo que supone su undécimo top-5 en los grandes. Jon Rahm, debutante en estos lares, pasó con nota el test y con su 23º puesto se convirtió en el amateur español mejor clasificado de la historia en un major. Rafa Cabrera-Bello, por su parte, también cumplió y finalizó en 32º posición.