Verano del 2009. Jacques Rogge, el presidente del COI por aquél entonces, sale al escenario con un sobre en el que está escrito qué país será elegido para albergar los Juegos Olímpicos de 2016. La presentadora de vestido rojo pide a los congregados en la sala, que se pongan en pie para escuchar el himno de los Juegos Oímpicos y mientras tanto, una Plaza Mayor abarrotada se come las uñas esperando el veredicto final.

Tan sólo quedan dos ciudades, Río de Janeiro y Madrid, una de ellas será la elegida. Después de haber agradecido a las dos por su dedicación, esfuerzo económico y compromiso con los juegos se dispuso a abrir ese enorme sobre blanco. Enseñó a las cámaras el envoltorio al revés, le costó sacar el papel que contenía y al fín dijo: "Tengo el placer de anunciarles que los Juegos Olímpicos se disputarán en la ciudad de... Rio de Janeiro". El lado brasileño saltaba y celebraba la elección, mientras que en el español, Alberto Ruiz­ Gallardón y José Luis Rodríguez Zapatero se daban un "cálido" abrazo de consolación. Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy comentaban la jugada con cara de pocos amigos y la ciudad madrileña se quedaba congelada tras la noticia.

De poco había servido llenar la plaza de Madrid, todos esos meses invirtiendo dinero para conseguirlo y todo el esfuerzo empleado. Tampoco sirvió de mucho intentar convencer al jurado de que España estaba pasando un buen momento económico o que las instalaciones estaban muy próximas y perfectamente comunicadas. En vano quedaron las cifras que Madrid estaba dispuesta a gastarse: aproximadamente 824 millones de euros en estadios de fútbol, 831 en construir la Villa Olímpica o que un 77% de las instalaciones ya estaban construidas. Sin embargo, la elegida fue Río de Janeiro, pero visto lo visto a lo mejor los miembros del COI se arrepienten de dicha decisión.

Las dos caras de Río de Janeiro

Nadie duda que Río de Janeiro es uno de los lugares mas bellos del planeta. Posee espectaculares calas, ofrece un paisaje paradisíaco de sol y está plagado de playas con arenas blancas, pero la realidad que vive el país es muy diferente. Los datos dicen que hay 1.500.000 personas pobres que viven en la ciudad y están repartidos o en las famosas favelas o en barrios extremadamente pobres. Muchos de ellos se encuentran en riesgo de alimentación, falta de servicios básicos y viviendas precarias, además de un mal acceso a la educación, inseguridad y violencia por las utilización de armas y enfrentamientos entre la policía y los narcotraficantes.

Favelas en Río I Foto: mundo.sputniknews.com
Favelas en Río I Foto: mundo.sputniknews.com

El gobierno brasileño ha ordenado retirar un gran número de favelas

Para más inri, una de las principales preocupaciones del gobierno brasileño es borrar las favelas ocultando a los turistas los turistas la realidad que está viviendo el pueblo brasileño. Según fuentes de la BBC, los lugares próximos a Rio de Janeiro que tienen este tipo de viviendas están siendo destruidos. Una lugareña que fue entrevistada por el propio medio afirmaba que le había destruido su casa a cambio de 8.0000 reales (2.178 €). Tanto el relator especial del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas como la organización internacional de derechos humanos Amnistía Internacional condenaron a Brasil por su política de desalojo de sus hogares de las personas como Berenice.

Testa a los turistas: "Tienen que tener claro que allí nadie puede garantizar su seguridad"

Hace poco se realizó una entrevista a Antonio Testa, experto en seguridad de la universidad de Brasilia, en la que explicaba los problemas de seguridad que estaba viviendo el país brasileño. Sobre la violencia de la policía lo tenía claro: "Las bandas de la droga fueron expulsadas por la policía de los barrios pobres pero no se han disuelto. Se fueron a otros barrios y allí es donde ahora aumenta la violencia, y con ello la violencia policial".

Policias manifestándose en el aeropuerto I Foto: ultimahora.es
Policias manifestándose en el aeropuerto I Foto: ultimahora.es

Según el experto Testa, ni la violencia policial ni la criminalidad supondrán peligro para turistas y los atletas olímpicos: "Al igual que durante el mundial de fútbol, se tomarán las medidas de seguridad necesarias". Es probable que haya algún robo o atraco, pero así es Río, continúa Testa advirtiendo expresamente a los viajeros de no hacer turismo en las favelas por iniciativa propia. "Tienen que tener claro que allí nadie puede garantizar su seguridad". Sin embargo, Jorge “Topo” López, periodista del diario deportivo Olé y radio La Red murió en un accidente de tráfico en las calles de San Pablo cuando un Nissan robado que huía de la policía impactó contra el taxi del redactor, que se encontraba cubriendo el Mundial de Fútbol disputado en Brasil.

A menos de un mes de que se de el pistoletazo de salida a los Juegos Olímpicos, las fuerzas de seguridad de la capital fluminense se movilizan para exponer las difíciles condiciones de trabajo con manifestaciones y amenazas de huelga. Una situación que es consecuencia de la grave crisis económica que vive Brasil ha azotado con fuerza al Estado de Río de Janeiro, incapaz de hacer frente a los pagos de sus funcionarios. Algunos policías afirman que "llevan más de dos meses sin cobrar".

Brasil, un país arrasado por la corrupción política

Una tambaleante economía no es el único problema con el que Brasil debe lidiar en los Juegos Olímpicos. La corrupción que ha envuelto a siete empresas constructoras encargadas de la realización de casi una docena de proyectos olímpicos y la contaminación del agua de las costas brasileñas son amenazas que se suman al descontento social y pueden opacar la fiesta deportiva. Se ha podido ver cómo la economía brasileña no se encuentra en las mismas condiciones que en 2009, año en el que logró arrebatarle a Madrid el sueño olímpico. El gobierno de Dilma Rousseff experimenta una recesión técnica. Esto es sólo la punta del iceberg, que trae consigo una elevada inflación, una alta tasa de desempleo y el aumento de la deuda pública.

La presidenta de Brasil I Foto: ultimahora.es
La presidenta de Brasil I Foto: ultimahora.es

Además, un nuevo Gobierno ya tiene las riendas en Brasil, por lo menos durante los próximos seis meses. En ese lapso, Michel Temer, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), hará como jefe de Estado, mientras una suspendida Dilma Rousseff preparará su defensa en el juicio político o impeachment que se le abrió en el Senado.

El virus Zika como invitado especial

Hace poco se creo un comité para decidir si Dilma Rousseff podía acudir a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. Finalmente se ha decidido que sí, pero esta deberá estar muy apartada de Michel Temer. Pero sin duda la presencia de la presidenta no es la peor de todas y es que estos Juegos de 2016 tendrán como invitado al virus Zika.

Varios estudios dicen que para los atletas, delegaciones acompañantes y turistas, el riesgo es mínimo, ya que la infección por el virus del Zika causa síntomas leves y de duración limitada. La principal amenaza del Zika es para las mujeres embarazadas, cuyo feto puede sufrir malformaciones neurológicas, incluida la microcefalia, si el virus atraviesa la placenta. A esto hay que añadirle que una picadura puede conllevar efectos en los futuros bebés de la pareja.

Virus Zika I Foto: OMS.com
Virus Zika I Foto: OMS.com

El COI deberá de asumir las consecuencias de este invitado no deseado. Aficionados, organizadores e incluso atletas ya han decidido que no acudirán a Río por su propia seguridad. Jason Day, número uno del mundo de golf, advirtió sobre este mosquito: "La práctica del golf no puede tener prioridad sobre la seguridad de mi familia. Ellie, mi esposa, y yo hemos sido bendecidos con dos hijos maravillosos y sanos y nuestro plan es tener más. La única razón de esta decisión es mi preocupación por la posible transmisión del virus Zika y los posibles riesgos que puede presentar en futuros embarazos de mi esposa". Lo que está más que claro es que mandar a millones de personas de todos los lugares del mundo a uno de los países más afectados por el virus no sea la acción más sensata.

Tienes que hacer la tarea antes de jugar

Alguien le debería haber dicho a Brasil que antes de jugar hay que hacer los deberes. No se puede organizar unos Juegos Olímpicos y un Mundial de fútbol en menos de cinco años, mientras la gente se muere en las calles. Todos los millones que se han invertido en crear estadios, piscinas, pistas de atletismo... Se podrían haber invertido en educación, sanidad, transporte o incluso en la lucha contra la corrupción.

Foto de un graffiti I Foto: offmagazien
Foto de un graffiti I Foto: offmagazien

La solución no es ocultar los problemas de Brasil parando las manifestaciones o destruyendo las favelas. Tan sólo queda esperar que los jurados que decidieron que Madrid no debía ser ciudad olímpica no se arrepientan de la decisión. Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro están a punto de comenzar, pero Brasil no ha hecho sus deberes.