Se las prometía felices la invicta España tras sus dos victorias en lo que llevamos de Juegos. Solventó sin problemas el encuentro ante Brasil y dio la campanada ante la gran Australia. Con estas mimbres, los chicos de Frederick Soyez se plantaban en el tercer partido del Grupo A con la ambición de doblegar a Nueva Zelanda y certificar el pase a cuartos como invictos -de momento-. Y así fue, pero con mucho sufrimiento.

Emocionante inicio de partido

Y es que los 'redsticks' dominaron el juego, se mostraron sólidos en defensa y llevando el peso del ataque en todo momento. Pero el acierto no estuvo con ellos. Y eso que con solo 49 segundos cumplidos Roc Oliva hacía el primero. El partido era vibrante para España, con muchas, muchísimas llegadas. Pero los 'blacksticks' empatarían dos minutos después por mediación del capitán Simon Child.

Ineficacia española: 3 de 10 en tiros de campo y 0 de 10 en penaltis córner

Los españoles pagaron cara su ineficacia ofensiva, así como los malos lanzamientos de penalti córner. De hecho, España no marcó ni uno solo de los diez que señalaron los colegiados. El acierto del guardameta neozelandés, Devon Manchester, fue decisivo pero los 'redsticks' tampoco merecieron mucho más en esa disciplina.

El dominio español se materializaba con el tanto de Alex Casasayas, remachando a placer en el área rival. A todo esto, aún no se había llegado al final del primer cuarto y el parón llegaba con 1-2 en el marcador, con España por delante gracias a los goles de Oliva y Casasayas y con el debe de la eficacia y los lanzamientos de penalti córner.

La eficacia le da opción a Nueva Zelanda

Justo eso, lo que hablamos que le faltó a España, no le falló a Nueva Zelanda. Su eficacia fue total, no hay más que mirar sus números. Un gol de tres tiros de campo y otro en dos penalti córner. Eficacia casi absoluta. Fruto de esa eficacia llegaba el empate del bigoleador Simon Child, de penalti córner. El tanto del capitán 'black' llegaba al filo del descanso tras un segundo cuarto dominado también por los 'redsticks'. Solo Manchester evitó los tantos de Salvador Piera, David Alegre y los penalti córner de Pau Quemada. Espectacular su actuación.

Eficacia neozelandesa: 1 de 3 en tiros de campo y 1 de 2 en penaltis córner

El respeto se impuso en el tercer cuarto en el que solo Pau Quemada -de penalti córner- y Salvador Piera, con un lanzamiento que repelió el meta neozelandés, pudieron desequilibrar la contienda. Todo visto para decidir en el último cuarto. Un cuarto periodo en el que siguió ponderando la defensa, el guardar y es que a España no le venía del todo mal el empate. Se conformaron. Pero la emoción llegaba en los últimos ocho minutos.

Tras el conformismo llegó la 'locura'

Un penalti córner de España abría la emoción en el último cuarto. Para variar, en este caso Josep Romeu, no podía anotar de penalti córner. Manchester se volvía a imponer a los lanzadores. Nueva Zelanda salió espoleada de la acción, se creció algo ante una España conformista y provocó su segundo penalti córner del partido. Y ahí si respondió Francisco Cortés para evitar el tanto de los 'blacksticks'. Quedaba un minuto y cuatro segundos para el finl por lo que un gol sería un auténtico drama.

El gol de la victoria llegaba a 26 segundos del final

Pero el drama iba a llegar en la portería contraria. Drama para unos y alegría para otros. Poco menos de treinta segundos le quedaban a la contienda cuando David Alegre metió una buena pelota al área, en donde apareció Marc Sellás para conectar un lanzamiento aprovechado por el oportunista Xavi Lleonard en boca de gol. Grito de rabia del 17 español que lanzó su stick. La victoria estaba hecha. Alegría para España, drama para Nueva Zelanda y los 'redsticks' que se meten en cuartos por la puerta grande y como líderes provisionales. 

Eso sí, todavía queda confirmar la posición con la que se pasará a la siguiente ronda. Aún resta un complicado partido ante Bélgica (jueves 11) y un partido más asequible ante Gran Bretaña (viernes 12). Dependiendo de los resultados que se den, la clasificación de Nueva Zelanda se verá más o menos comprometida. Le queda medirse a la débil anfitriona y a la poderosa Bélgica para intentar buscar los cuartos.