El retorno de la reina se hizo efectivo. Tras descansar y celebrar con los suyos la medalla olímpica, Carolina Marín estaba deseosa de volver a la máxima competición pero una inoportuna lesión le impidió hacerlo en el Abierto de Corea y en el de Japón. Ha tenido que ser en Dinamarca, la meca del bádminton europeo, donde la española inicie su andadura como campeona olímpica.

A pesar de que en la previa del torneo la onubense declaró "me siento en plenas condiciones para afrontar este torneo", lo cierto es que se vio a una Carolina con menos chispa de lo habitual. Eso se debió a una gastroentiritis que mermó su rendimiento y le obligó a ponerse el mono de trabajo ante Julie Dawall Jakobsen. El resultado final fue de 21-13 16-21 y 24-22, sabiendo salir la española del atolladero en que se había metido.

Queda claro que Carolina ha de ir tomando ritmo poco a poco, siendo éste evento el primero de una gira por Europa. "Me gustaría retomar las sensaciones de los Juegos y dar lo máximo porque quiero ganar tanto en Dinamarca como en Francia (25-30 de octubre). Quiero disfrutar en la pista como antes", dijo la española. 

"La vida me ha cambiado mucho desde que soy campeona olímpica, pero para bien. Asimilarlo no lo asimilaré hasta el día que me retire porque ahora mismo es difícil. Pero poco a poco voy siendo consciente de lo importante que ha sido", reconoce una Carolina cuya ambición sigue siendo más que elevada y le permitirá, a buen seguro, recuperar su nivel.

La hoja de ruta se completa con el torneo de China, del 15 al 20 de noviembre, el de Hong Kong, del 22 al 27 de noviembre, y la final del Superseries que se disputará en Dubai entre el 14 y 18 de diciembre.