La resaca del éxito puede ser un arma letal para los grandes campeones, pero es en ese momento cuando ha de surgir el carácter y la garra competitiva. Carolina Marín se encuentra en el momento de volver a coger ritmo tras su impecable temporada. Campeona de Europa, del Mundo y oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Esos son los avales para una jugadora a la que está costando volver a ponerse el mono de trabajo y rendir a su mejor nivel.

Derrotada en el Superseries de Dinamarca en semifinales, ausente en el Superseries de Francia y carente de chispa en los cuartos de final del Abierto de China, la onubense se presenta en Hong Kong con la meta de afinar su puesta a punto de cara a los Superseries de Dubai, que se celebran del 14 al 18 de diciembre y reúnen a las mejores jugadoras del mundo.

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Carolina no tiene excesiva presión competitiva más allá de la que se pone a ella misma. Su ambición no tiene límites y es por ello por lo que busca dejar atrás definitivamente sus molestias físicas, y retornar a su mejor nivel. Resolvió con solvencia su duelo de primera ronda en el Abierto de Hong Kong, imponiéndose por 21-8 y 21-14, a la tailandesa Busanan Ongbamrungphan en apenas 31 minutos de juego. 

Su rival en segunda ronda será la jugadora local Yip Pui Yin, en lo que supondrá un duelo de máximo exigencia mental para la española, pero que no debería tener problemas para resolverlo si juega a su nivel.