La máquina comienza a carburar. Carolina Marín ya siente cómo sus piernas van cogiendo el ritmo habitual, su brazo se desengrasa y, sobre todo, su mente vuelve a ser su mejor aliada. Tras la resaca del oro olímpico que ha impedido que la onubense brillara en Dinamarca y China e incluso pudiera acudir a Francia, la mejor jugadora del mundo vuelve a demostrar su condición sobre la pista.

Era un día importante para una ganadora como ella, poco habituada a perder partidos. Lo hizo en Dinamarca ante Akane Yamaguchi, una menuda japonesa que aplica un juego de gran intensidad y capacidad de contraataque. Sin embargo, sus virtudes fueron un placebo esta vez ante la ambición y el afán de revancha de una Carolina Marín que ya se relame ante la perspectiva de sumar un título y llegar a las Finales Superseries de Dubai en plenitud de confianza.

Marín fue superior de principio a fin

No hubo color en todo el partido. Carolina salió muy intensa a pista, moviéndose con fluidez desde los compases iniciales y atacando con precisión y paciencia. Movió mucho a la japonesa, que no encontraba la manera de salir de una espiral de golpes profundos y dejadas, en la que siempre iba a remolque.

La onubense impone cuando juega a este nivel, y más aún con una actitud como la que demostró en este encuentro, plena de rabia y ganas no solo de ganar, sino de arrasar a su rival. Yamaguchi no pudo ni siquiera competir en el primer parcial, pero se puso el mono de trabajo en el segundo y aprovechó una bajada de adrenalina de la española. No fue suficiente para la nipona, ya que Carolina supo apretar los dientes en los momentos cumbre y resolver el encuentro en dos sets.

Tzu Ying Tai venció a Carolina en el Abierto de China por 21-10 y 22-20

El resultado final fue de 21-7 y 21-18 en favor de una Carolina que tendrá que verse las caras con su verdugo en el Abierto de China de hace apenas una semana. Será la tailandesa Tzu Ying Tai su rival por un puesto en la gran final. El duelo será a partir de las 03:00 de la madrugada del viernes al sábado, hora española peninsular.