Este ha sido un año en el que la halterofilia española ha estado marcada por un nombre propio. 2016 ha sido el gran año para Lydia Valentín, que se ha colocado tres medallas olímpicas, una de ellas durante el transcurso normal de la competición. Pero este año no ha sido, ni mucho menos, un camino de rosas para la berciana, sino más bien todo lo contrario. El pasado 27 de noviembre, el equipo español, que se encontraba compitiendo en el Mundial, anunció la lesión de Valentín en la zona dorsal. Una gran barrera que hizo peligrar, incluso, su participación en los Juegos Olímpicos.

La recuperación fue una auténtica contrarreloj. La primera mitad del año se centró, básicamente, en estar a tiempo para la cita de Río de Janeiro. No volvió a competir hasta el mes de mayo, en el Campeonato de España. Una prueba que le sirvió como piedra de toque antes del preolímpico, disputado un mes después. En él, con solo unas semanas de trabajo a pleno rendimiento, no tuvo problemas para clasificarse para la competición olímpica. Entre estos episodios y la olimpiada hubo una diferencia de dos meses, aproximadamente. Durante ese tiempo, se confirmaron dos noticias que, tras todo el daño hecho a la halterofilia, confirmaron que Valentín es la mejor haltera española de todos los tiempos.

Lydia Valentín es la primera mujer española que consigue medalla en tres juegos distintosAmbas llegaron en el mes de julio de forma oficiosa, y se confirmaron semanas después. En concreto, fue el 28 de julio cuando saltó la noticia: había múltiples sanciones en las pruebas de halterofilia de Pekín y Londres. Todavía faltaban algunas firmas para hacerlo oficial, pero todo apuntaba a que sería expulsado todo el pódium de ambas pruebas. Esto haría que la berciana, quinta en 2008 y cuarta en 2012, escalara hasta tocar las medallas de plata y oro, respectivamente (sumando el importante premio económico que todo esto conlleva y que también dejó de recibir). Las confirmaciones de los premios llegaron a finales de agosto y noviembre, después del bronce conseguido en Río de Janeiro. Gracias a la triple corona, Valentín se ha convertido, además, en la primera mujer española que obtiene medalla en tres JJOO distintos.

Lydia Valentín, en los JJOO Londres 2012 | Foto: COE
Lydia Valentín, en los JJOO Londres 2012 | Foto: COE

Por eso, no es de extrañar que Lydia Valentín calificara 2016 como el año en el que ha vivido tanto los mejores como los peores momentos de su carrera deportiva. Seis meses de recuperación a contrarreloj que supieron a gloria a partir de la segunda mitad del año, cuando llegaron todos los éxitos. Los Juegos Olímpicos fue la última competición donde se la pudo ver en acción. La haltera, aprovechando que no es año de mundial, decidió parar para completar la recuperación de la zona dorsal. De hecho, en sus planes está no volver a competir al máximo nivel hasta el próximo Europeo en Croacia, es decir, hasta abril del 2017. Allí, reaparecerá como una de las máximas favoritas para alzarse con el título de campeona.

Andrés Mata, el otro gran triunfador del año

Valentín fue la única mujer que representó a España en la gran cita olímpica. Sin embargo, hubo otros tres representantes masculinos. Uno de ellos fue Andrés Mata, quien también podría calificar 2016 como un grandísimo año. Aunque sin medalla, el haltero de origen venezolano se llevó un diploma olímpico y reventó el récord de España, dejándolo en 343 kg. Sin mejorar su resultado de Londres, confirmó que este ciclo olímpico era suyo. Se ha llevado los últimos cuatro campeonatos nacionales, superando por el camino operaciones en sus dos rodillas. Aunque todavía está lejos de poder disputar medallas internacionales, a sus 23 años se ha convertido en una de las grandes promesas del deporte español para los próximos años, con Tokio 2020 como su verdadera oportunidad.

Los otros dos representantes españoles en los Juegos Olímpicos de Río fueron cara y cruz. Cara para el jovencísimo David Sánchez, que debutaba en una cita de este calibre. La inexperiencia no logró evitar que este almeriense de 21 años terminara tercero de su grupo y rozando el récord de España. La cruz, por el contrario, queda para Josue Brachi, que no pasó de la arrancada en su grupo. Otra de las promesas de la halterofilia española, y el hombre que mejores expectativas tenía de cara a la cita. Sin embargo, pecó de confianza y eligió un peso muy por encima del resto de compañeros (y que solo pudieron superarlo en el grupo de las medallas).

Andrés Mata, en los JJOO de Río | Foto: RTVE
Andrés Mata, en los JJOO de Río | Foto: RTVE

El escándalo del dopaje

El hecho de que Lydia Valentín se haya colgado dos medallas olímpicas a posteriori significa varias cosas. En primer lugar, que el levantamiento de pesas sigue siendo uno de los deportes internacionales más infectado por la lacra del dopaje, quizá el que más. Tanto es así que, de los casos de dopaje detectados en los Juegos, la halterofilia suele rozar el 50% del total. Es decir, de cada 10 olímpicos sancionados por tomar sustancias, entre 4 y 5 son levantadores de pesas. La situación quedó bastante bien ilustrada con los números de los reanálisis de dopaje en los JJOO de Pekín y Londres en la mano. De los 88 sancionados a posteriori, 41 son halteras (más del 46%).

En segundo lugar, todos estos datos demuestran la impunidad que todavía sienten muchos deportistas en este deporte. A pesar de que las sanciones están estandarizadas al reglamento internacional (que estipula hasta cuatro años de suspensión), el mensaje no parece calar. Ni siquiera parece haberlo hecho en Río, donde todavía no ha habido sanciones, pero podría haberlas con nuevos reanálisis en los próximos años. Esas “mujeres que se afeitan cada mañana y con voz de hombre” que tanto se comentan siguen siendo visibles en las competiciones a día de hoy. En una entrevista a Lydia Valentín en El Partidazo de Cope, la haltera española no confirmó si se encontró con estas situaciones en Brasil, aunque tampoco lo desmintió, esquivando la pregunta diciendo que “ya hablarán los organismos internacionales”.

Por último, quedan las acciones que el Comité Olímpico Internacional pueda tomar en todo esto. Está claro que los continuos casos de dopaje en la halterofilia avergüenzan tanto a deportistas como a mandatarios, ya que, en última instancia, es una mancha detrás de otra en el expediente olímpico. Dada la situación que vive este deporte, no es extraño que hayan planteado en múltiples ocasiones al presidente del COI, Thomas Bach, la expulsión del levantamiento de pesas hasta que se ponga en orden su situación. Aunque nadie del máximo organismo olímpico ha confirmado nada sobre el tema, sí que ha habido conversaciones con la AMA. ¿Una decisión demasiado drástica? No, si se trata de defender los máximos objetivos de unos Juegos Olímpicos: fomentar el deporte limpio y sano, lejos de cualquier tipo de corrupción.