2016 ha vuelto a ser un año épico en cuanto a combates y hazañas espectaculares se refiere. Sólo los mejores se merecen reinar en la WWE, y esta temporada los afortunados que han podido levantar el Título Mundial de la WWE se lo han ganado a pulso y a base de golpes.

El 24 de enero la ciudad de Orlando (Florida) pudo presenciar el sufrido pero merecido triunfo de Triple H en Royal Rumble. Él y Dean Ambrose fueron los últimos en quedarse en el ring, y cuando todo parecía indicar que Ambrose se llevaría el título, Triple H sacó del cuadrilátero a su rival y pudo imponerse.

Tres meses le duró el reinado al bravo luchador americano que mordió el polvo en la gran fiesta de la lucha libre ante Roman Reigns. Gracias a su finisher, Reigns se convirtió por tercera vez en su trayectoria deportiva en Campeón Mundial de la WWE haciéndose grande en Wrestlemania 32.

60 días después se celebró el conocido y prestigioso Money in the Bank en Las Vegas. El maletín fue a parar a manos de Dean Ambrose tras imponerse en un combate con escalera a Alberto Del Rio, Cesaro, Chris Jericho, Kevin Owens y Sami Zayn.

Ambrose y Reigns han sido muy protagonistas este año / Foto: Zimbio
Ambrose y Reigns han sido muy protagonistas este año / Foto: Zimbio

Siempre hay más sorpresas

No obstante, el combate principal de la noche enfrentó al vigente campeón de la WWE Roman Reigns y al aspirante Seth Rollins. Este último se llevó el triunfo en un sufrido combate. Golpes, sudor y mucha agonía acabaron por otorgarle al bueno de Rollins el tan deseado y prestigioso cinturón. Pero cuando se disponía a celebrar el logro que tanto le había costado, todo cambió. Ambrose entró a escena para hacer uso de su maletín y solicitar un combate por el Campeonato Mundial de la WWE para sorpresa de todos. Aprovechando el cansancio de Rollins, Dean Ambrose ganó el combate por el título en unos segundos y se fue con el cinturón a casa y con la alegría de haber hecho bien el trabajo.

Blackash y AJ Styles pusieron fin a la hegemonía de Dean tras una pelea de 25 minutos que permitió al luchador de 39 años llevarse por primera vez en su carrera el Campeonato Mundial de la WWE.

Por lo tanto, no cabe duda que el año ha dejado imágenes y momentos espectaculares, pero todo esto no es más que la precuela del show que se viene en 2017.