Comenzaba el 2017, y con él, otra apasionante temporada de caballos por delante. Borja Fayos venía de lograr el título de la estadística española de jockeys en el año 2016, consiguiendo arrebatarle el título a un Vaclav Janacek que se había llevado las estadísticas de 2012, 2013, 2014 y 2015. Pero el 2017 iba a ser distinto al 2016 y de eso se iba a encargar el checo, el cual con un año extraordinario ha conseguido revertir la situación, logrando el título en este 2017 y proclamándose como el mejor jockey que hay en el panorama nacional.

Además de Vaclav Janacek, ha sido un gran año para muchos de los jockeys españoles como puede ser José Luis Martínez, el cual en la primera jornada de este 2017 alcanzó la mareante cifra de 1.000 victorias en su historial deportivo, consiguiendo un espléndido cuarto puesto en la estadística nacional. Otro de los jockeys de este 2017 ha sido el portugués Ricardo Sousa, no solo por quedar tercero en la estadística, dado que ya lo fue el año pasado, sino porque este ha sido el año de su consagración y, sobre todo, el año de su maduración como jockey. No cabe duda de que será uno de los estandartes del turf español para los próximos años. Y como no, resaltar al otro gran artífice de este espectáculo que tiene tantos aficionados, el gran Borja Fayos. Él ha sido el único capaz de hacer tambalear los cimientos del reinado del checo, terminando este 2017 a unas pocas victorias del rey. 

El 2017 arrancó a una velocidad de crucero, a una velocidad tan alta que incluso al checo le costaba seguir la estela. Su primera victoria en este 2017 llegó a las primeras de cambio, en la segunda carrera del año a lomos de uno de los sprinters más codiciados de este país, Captain Moonlite. A pesar de ello, las siguientes fechas fueron complicadas para el cuádruple ganador de la estadística de jockeys, dado que no conseguía dar con la tecla, logrando ciertas colocaciones, pero sin demasiadas victorias.

Captain Moonlite con Vaclav Janacek superando a Half a Billion en busca de la primera victoria de 2017 / Fuente: A Galopar
Captain Moonlite con Vaclav Janacek superando a Half a Billion en busca de la primera victoria de 2017 / Fuente: A Galopar

Todo fue un espejismo, dado que una vez acabada la temporada de Dos Hermanas y con la vuelta al verde madrileño, el checo resurgió y voló sobre la pista de La Zarzuela. La tan añorada vuelta a casa, ese lugar de confort en el que tanto él, como su preparador, Guillermo Arizkorreta, dedican mucho tiempo de sus días. Era el lugar idóneo, ellos lo sabían y sus caballos también, era el momento de despegar y vaya si lo hicieron.

Las victorias comenzaron a llegar, pero una espinita se iba incrustando a medida que iba avanzando la temporada. Y es que ya se habían corrido tres Grandes Premios en la temporada, y el checo no había conseguido asomarse a las posiciones remuneradas. Había que cambiar la dinámica, y con ese pensamiento se llegó al Gran Premio Nacional, en el cual gracias a Queenrose y a una medida monta, consiguió batir a un peleón Diomedes por una nariz.

Una vez arrancada esa espina, llegaba uno de los platos fuertes del calendario turfístico, el Gran Premio de Madrid. La posibilidad de alcanzar la gloria con uno de sus caballos predilectos, Parsifal. La pelea iba a ser dura, con grandes caballos españoles y foráneos en busca de los 60.000 euros de premio. A pesar del gran esfuerzo del checo, que se vio encerrado durante más de la mitad de la recta, Parsifal y Janacek se tuvieron que conformar con la segunda posición, viendo como Tuvalu, uno de los caballos del año, les privaba del triunfo.

Con una primera mitad de año vertiginosa, tocaba trasladarse a San Sebastián, ese lugar en el que el turf es diferente, en el cual se transmite de manera diferente, se vive de manera diferente, pero donde hay cosas que no son diferentes. Y es que de nuevo un nombre sobresalió por encima de los demás, Vaclav Janacek. El checo no dejó pasar la oportunidad y se consagró como el mejor jockey de la temporada de verano del hipódromo de San Sebastián, donde alcanzó la cifra de 120.000 euros, con un total de 15 victorias en la pista donostiarra.

De los tres Grandes Premios disputados en territorio vasco, Janacek solo fue capaz de lograr una victoria, la cual llego en el Gran Premio Gobierno Vasco, con una victoria de punta a punta con Noray, caballo entrenado por Enrique León. A pesar de ello, si hubo un jockey que salió realmente refrendado del hipódromo donostiarra, ese fue Jean-Baptiste Hamel. El jockey francés cuajó grandes actuaciones sobre la pista donostiarra, sobresaliendo su victoria en la que para muchos ha sido la mejor carrera del circuito español, la Copa de Oro. Esa última recta, sacando a Wild King por todo el exterior, habiendo salido último de la curva de Bugatti, sobrepasando rivales de una manera asombrosa con el gran Wild King mirando al tendido, y ganando fácil por dos cuerpos. Encomiable.

Noray y Half a Billion en lucha cerrada en busca del Gran Premio Gobierno Vasco / Fuente: Noticias de Guipuzcoa
Noray y Half a Billion en lucha cerrada en busca del Gran Premio Gobierno Vasco / Fuente: Noticias de Guipuzcoa

Este mismo verano, Janacek se hizo otro hueco más en la historia de las carreras de caballos de este país, convirtiéndose en el primer jockey en la historia en ganar los tres grandes premios de la temporada de Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda. Indiano, con dos de los tres grandes premios, y Ciriaco fueron los artífices de tal hazaña.

Una vez adentrados en septiembre, el hipódromo donostiarra pasaba el relevo al hipódromo de La Zarzuela. Pero Janacek no tenía intención de pasar el relevo a nadie. Él seguía a lo suyo, cosechando victorias, sobresaliendo dos por encima de todas. Las victorias con Ategorrieta, en el Gran Criterium y en el Gran Premio ACPSIE, enfrentándose a los mejores dos años del panorama español.

22 de octubre, fecha marcada en rojo en el calendario del turf español. Llegaba la hora del Gran Premio Memorial Duque de Toledo. Un nuevo asalto. De nuevo Parsifal y Tuvalu frente a frente, O.O de Urbina y Vaclav Janacek en la sala de máquinas en busca de la gloria. La carrera fue diferente al Gran Premio de Madrid, en esta ocasión Janacek no quiso problemas de tráfico y sacó a Parsifal al carril más exterior. Desde esa calle, y sin ningún tipo de inconveniente, Parsifal se crecía y se veía ganador, pero por dentro, por el carril más interior, la figura de otro alazán irrumpía de manera estrepitosa. Tuvalu, de nuevo Tuvalu. Después de que en ciertos momentos de la recta final pareciera superado, el pupilo del Duque de Alburquerque conseguía resucitar, dejando a Parsifal y a Janacek con la miel en los labios. El checo lo había intentado de todas las formas y maneras posibles, pero esto es turf y las carreras se ganan en el poste de llegada.

Una semana más tarde Janacek conseguía desquitarse del Memorial con una asombrosa monta sobre Bruneta en el Gran Premio Román Martín, sorprendiendo a Electra Voice que fue montada por Oisin Murphy, uno de los niños prodigios del turf mundial.

Bruneta y Vaclav Janacek cruzando el poste de meta por delante de Electra Voice y Oisin Murphy / Fuente: La Biblia Burrera
Bruneta y Vaclav Janacek cruzando el poste de meta por delante de Electra Voice y Oisin Murphy / Fuente: La Biblia Burrera

Con todo esto a las espaldas y a falta de tres jornadas para cerrar el calendario de 2017, la distancia era ya insalvable, con una diferencia de 14 victorias sobre Borja Fayos, cuando solo quedaban 13 carreras de profesionales a disputarse. Janacek se marchó a Qatar, con los deberes bien hechos y el título de la estadística nacional en el bolsillo, donde montará hasta el próximo mes de marzo, momento en el que volverán las carreras de caballos a la capital. 

325 carreras en este 2017, 74 victorias, 50 segundos puestos, 59 terceros y rondando los 900.000 euros en premios. Los números hablan por sí solos, pero es que a él le gusta hablar sobre el verde y la afición espera que siga haciéndolo durante mucho tiempo. Su calidad, es puro entretenimiento, y su magia, pasión. No hay duda de que el rey ha vuelto, y que ha vuelto para quedarse. Larga vida al rey.