La noticia ya se venía hablando desde hace un tiempo. Y es que los PPV pasarán a albergar superestrellas de ambas marcas, pues desde la separación de marcas, RAW y SmackDown Live tenían eventos exclusivos, salvo los cuatro grandes(SummerSlam,Wrestlemania,Survivor Series y Royal Rumble).

WWE lo anunció la semana pasada. Elimination Chamber y Fastlane serán los últimos PPV exclusivos de la empresa. Varias fechas han sido modificadas también, pues Payback fue programado en un principio para el 27 de mayo, pero esa fecha ha sido modificada por completo. También Extreme Rules, programada en un principio para el 16 de septiembre, movido después al 15 de julio. Battleground se ha eliminado y Hell In A Cell se ha adelantado catorce días(del 30 de septiembre al 16).

Parece ser que uno de los detonantes de esta decisión (que ya se venía barajando) fue la poca venta de entradas para Backlash, entradas que se pondrán a la venta este mismo sábado. 

La saturación de PPVs desde la separación de marcas fue demasiado grande pues WWE realizó un total de 21 eventos en el año pasado. Esto le ha supuesto a la compañía un gran gasto de dinero que se pensaba suplir con los nuevos suscriptores de WWE Network, cosa que no ha sido así. 

Después de ese comunicado, WWE adjuntó las fechas de los siguientes PPV posteriores a la gran cita del 8 de abril:

WrestleMania 34 (8 de abril de 2018)
WWE Backlash (6 de mayo de 2018)
WWE Money in the Bank (17 de junio de 2018)
WWE Extreme Rules (15 de julio de 2018)
SummerSlam (19 de agosto de 2018)
WWE Hell in a Cell (16 de septiembre de 2018)
WWE TLC: Tables, Ladders & Chairs (21 de octubre de 2018)
Survivor Series (18 de noviembre de 2018)
WWE Clash of Champions (16 de diciembre de 2018)