Darte cuenta

El momento en el que te das cuenta es uno de los momentos que más llenan o que, a la vez, más vacían. Es esa sensación que quizá no sientas en semanas o en meses, o que quizá sientas dentro de unas horas. Y por cualquier motivo diverso. Ese instante en el que te percatas de algo y en el que, sobre todo, comprendes y entiendes.

Puedes darte cuenta de que vas por el camino equivocado y entonces cambias de rumbo, puedes darte cuenta también de que todo te va bien y por ello no cambias ni un ápice tu ruta, puedes darte cuenta de cualquier chorrada que al final no era para tanto, puedes darte cuenta de mil cosas,… pero hay algo que no tiene comparación con todo esto. Ni punto de comparación.

Es el darse cuenta de que te llena más apoyar que apoyarte. Es mejor ofrecer tu mano para cualquier problema ajeno que pedirla prestada para cualquier problema propio. O esa es mi opinión y mi sentimiento, desde siempre y creo que para siempre. Es mucho más sano apoyar que apoyarte.

No me he dado cuenta hoy de ello (ni mucho menos), si no que hoy mismo, este viernes, me he percatado de su tremenda importancia. La importancia de apoyar es vital. Es una acción tan vital, que da vitalidad al receptor y que es una ayuda para un posible –y normalmente deseado- cambio en su estado de ánimo.

Sabía que era importante, y por eso lo hacía. Pero tras darme cuenta que dicha importancia es suprema, lo voy a seguir haciendo todavía más. Sin descanso. Sin agobiar sí, pero sin descanso. He dicho.

VAVEL Logo