Clásicos VAVEL: 'El Resplandor' (1980)
Jack Nicholson protagonizó este clásico del terror. (Foto (sin efecto): Fondosdepantalladeterror).

Después de maravillar a crítica y público con 2001: Odisea en el espacio (1968) y La naranja mecánica (1971), el cineasta Stanley Kubrick tentaba el terreno del terror con una historia nacida de la mente del rey del género, Stephen King, titulado El Resplandor. Pese a que el escritor siempre cedía los derechos de sus obras con una cláusula que le vinculaba irremediablemente al engranaje constructivo del guion de la película, en esta ocasión, la peculiaridad y el más que conocido perfeccionismo del genio de Kubrick hicieron que King diera un paso atrás y se mantuviera al margen de la confección del libreto de esta adaptación, firmado por el propio Stanley Kubrick en colaboración con Diane Johnson.

Kubrick estrenó en 1980 su única película de terror: 'El resplandor'

La ausencia de una supervisión directa por parte de Stephen King provocó que Stanley Kubrick se tomara ciertas licencias creativas con respecto a la obra original, una decisión con la que King nunca estuvo de acuerdo. Por no estarlo, no estuvo ni siquiera a favor del casting final de la película: Jack Nicholson, Shelley Duvall y Danny Lloyd.

Ellos tres serían los encargados de dar vida a la familia Torrence, quienes se trasladan al impresionante hotel Overlook, en Colorado, para encargarse del mantenimiento de las instalaciones durante la temporada invernal, época en la que permanece cerrado y aislado por la nieve. Allí, el padre, Jack Torrence, quien desea encontrar la paz para escribir su próxima novela, comienza a sufrir alucinaciones y a mostrarse agresivo con su familia, la cual no deja de presenciar extraños y espeluznantes fenómenos paranormales.

Nicholson y Duvall, viaje a la locura

Un viaje al inframundo de la locura que Jack Nicholson interpretó magistralmente, canjeándose el respeto de la crítica. No obstante, su paso por El Resplandor no fue un camino de rosas. Además de encarnar a uno de los personajes más complejos de su carrera, donde la evolución mental y física del personaje es notorio, el múltiple ganador del Oscar tuvo que resistir la presión a la que fue sometido durante todo el rodaje por Kubrick. Y eso que era el favorito del cineasta.

Stephen King no quería a Nicholson en la producción. Había visto anteriormente su participación en Alguien voló sobre el nido del cuco, y consideraba que su mirada se asociaría a simple vista con alguien inestable. No obstante, Kubrick lo quería a él sí o sí y daba igual si sobre la mesa se ponían algunos de los nombres más interesantes de la pantalla de aquella época como Robert De Niro, Harrison Ford, Michael Moriarty o Jon Voight. El cineasta de La Naranja Mecánica estaba seguro de que Nicholson era perfecto para el personaje y, afortunadamente no se equivocó, aunque eso suponiera para el actor uno de los rodajes más agotadores de su vida.

Shelley Duvall necesitó ayuda psiquiátrica después del rodaje

Y es que Nicholson tuvo que someterse a eternas jornadas de grabación, donde tuvo que repetir tomas hasta la extenuación para lograr el beneplácito de Kubrick. Un ejemplo de ello es la escena en la que su personaje sube trastornado unas escaleras del gran salón del hotel. Aunque la primera vez salió perfecto, el realizador le hizo repetir la toma hasta en 40 ocasiones para que el actor reflejase en su rostro el agotamiento físico y mental al que debía estar sometido también el personaje en ese momento.

Pero si hay una actriz que sufrió más que nadie los desvaríos y excentrecidades del cineasta esa fue Shelley Duvall. La actriz fue vejada por el realizador hasta el punto que, una vez terminada las grabaciones, aseguró haber necesitado ayuda psiquiátrica.  No hay más que echar un vistazo al making of de la película para darse cuenta de las humillaciones que sufrió Duvall. Kubrick aseguró que hizo todo aquello para que la intérprete de Popeye mostrase su perfil más vulnerable. Poco tiempo después, su compañero de fatigas, Jack Nicholson, aseguró a la revista Empire que Shelley Duvall había hecho "el trabajo más duro de un actor que jamás he visto".

Un rodaje eterno

Era el precio de trabajar con un genio de la cinematografía. Sus rarezas y sus anhelos de construir una historia de matrícula de honor, hizo que Kubrick alargara el rodaje de El Resplandor de los 4 meses previstos a los 14 meses que realmente se necesitó, concretamente de 1978 hasta poco antes de su estreno a finales de mayo de 1980. Su obsesión enfermiza por el perfeccionismo le llevó a rodar la película en orden cronológico, obligando a tener los decorados listos antes de comenzar a grabar y provocando a su vez que otras producciones que necesitaban los Elstree Studios como Reds, de Warren Beatty, e Indiana Jones: En busca del arca perdida, de Steven Spielberg, retrasaran sus filmaciones.

Pero no es la única excentricidad que Kubrick impuso en el rodaje. Como quería que los miembros de su equipo vivieran el terror ("entraran en el ambiente, como él mismo dijo), no dudó en obligarles a ver películas del género como Cabeza borradora, La semilla del diablo o El exorcista, tal y como se puede apreciar en el Making Of del DVD de la película que grabó la hija del director llamada Vivian.

Kubrick obligó a su equipo a ver películas de terror para que "entraran en ambiente"

Por otro lado, algunas de las escenas más emblemáticas de El Resplandor, como la escena de Danny paseando en triciclo por los largos pasillos del hotel (donde por cierto se encuentra con unas adorables gemelas que no aparecen en la obra original) o la escena final (que no vamos a desvelar aquí) no hubiesen sido posibles de llevar a cabo sin una técnica que en esos años suponía una auténtica revolución en la forma de hacer cine: Steadicam, un estabilizador de cámara con forma de brazo recto que evitaba que la imagen de la cámara temblara mientras el operador seguía al objeto.

Garrett Brown, su creador, fue el encargado de ponerlo en práctica en la cinta de Kubrick: "Muchos de los tremendamente complejos decorados de Kubrick se diseñaron teniendo en mente las posibilidades de la Steadicam, gracias a la cual ya no era necesario quitar paredes a las habitaciones o allanar el suelo como exigía la grúa. De hecho, las escenas en el interior de uno de los decorados en particular, las del gigantesco laberinto de setos gigante, habrían sido imposibles de filmar por ningún otro medio".

Estreno y premios Razzies

Después de tantos quebraderos de cabeza, El Resplandor por fin vio la luz el 23 de mayo de 1980. Como era costumbre en aquella época, la película fue proyectada en un número reducido de salas de Estados Unidos. Después de su fría acogida por parte de los espectadores americanos, Kubrick decidió cortar parte del metraje (la última escena de Wendy en el hospital) y obligó a los estudios Warner Bros a requisar todas las copias anteriores para que nadie más tuviera constancia de esa toma. A día de hoy ha sido imposible encontrar una copia de ello, solo fotografías y parte del guion que han sido filtrados a principios de este año.

Así, mientras en Estados Unidos la película continuaba con su periplo comercial con 144 minutos de metraje, en España llegaría con algo menos, unos 114. Una decisión muy controvertida entre los seguidores de la historia, dado que Kubrick en ese montaje internacional mutiló algunos de los temas más interesantes del universo Overlook tales como la relación de maltrato entre Danny y su padre Jack, el alcoholismo de este último o el amigo imaginario del pequeño.

Dos nominaciones a los Premios Razzie (Peor director y actriz (Shelley Duvall) materializaron las sensaciones de un colectivo desencantado con el trabajo del realizador. Paradójicamente, en la actualidad, la película ha ganado numerosos adeptos que defienden la maestría y el buen hacer de un director que rompió con todos los moldes establecidos en el género del terror. Un profesional que no tuvo miedo en mostrarnos nuestros miedos más primarios y en enloquecer al público con una narración inquietante, un clima opresivo y con la dirección de unos maravillosos intérpretes; una mezcla explosiva que eleva a El Resplandor al Olimpo de las mejores películas de terror de la historia. Imprescindible clásico.

Fotos del cuerpo de texto: BlogdeCine, Paperblog

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