'Animales Fantásticos' o la oportunidad de romper un tabú en Hollywood
Johnny Depp. Foto: Nathaniel Goldberg

La industria audiovisual norteamericana sufre un atraso considerable. Hace décadas que la mujer ha accedido al mercado de trabajo y que su valía se ha equiparado a la de hombre y, sin embargo, aún se ven muchas mujeres "florero" en películas de acción. Esta tendencia está cambiando (a paso lento) y no es raro ver a una mujer como protagonista en un blockbuster de acción. Sirvan de ejemplo la saga de 'Los juegos del hambre' y la nueva trilogía de 'Star Wars' (así como el spin off que llegará en diciembre, 'Rogue One'). En cuanto a la diversidad, parece que poco a poco también se está cuidando este detalle. Pronto Marvel tendrá un protagonista negro como héroe de acción en 'Pantera Negra' y este verano DC levantó una superproducción con un reparto coral como ha sido el de 'Escuadrón Suicida'. Sin embargo, la asignatura pendiente en Hollywood sigue siendo la comunidad LGTBI.

Mientras el cine independiente (o incluso alguna serie) no tiene reparos en mostrar personajes homosexuales, no sucede lo mismo con las películas desarrolladas por los grandes estudios. Si alguna vez aparece un personaje LGTBI en alguno de sus grandes blockbusters, su condición se insinúa o se reduce a poco más que un cliché, y nunca se trata de un personaje protagonista que viva abiertamente su condición sexual. Pero, ¿por qué sucede esto?

Los grandes mercados para las majors norteamericanas se encuentran en su propio país y, cada vez más, en China. Los habitantes de ambas naciones son, por lo general, bastante tradicionales. Se tiende a pensar en el típico ciudadano estadounidense como aquel que vive en Nueva York, Chicago o Washington, pero aún hay mucha gente que vive en zonas rurales. Y no olvidemos que se trata de un país en el que el Creacionismo sigue siendo el modelo de enseñanza en algunas escuelas. Los ejecutivos de los grandes estudios conocen bien esta realidad y ven como un riesgo que una producción que les ha costado una inmensa suma de dinero tenga un protagonista LGTBI. Ese riesgo debe ser aún más notorio ahora que la población estadounidense ha llevado al poder a un político conservadurista como Donald Trump.

Los internautas llenan la red de peticiones a Disney para que conviertan a Elsa en lesbiana y gay al Capitán América y que este desarrolle un interés romántico por el Soldado de Invierno. Pero quizá ambas causas no sean las más acertadas: Elsa puede ser feliz y autosuficiente sin tener la necesidad de un hombre o una mujer que completen su vida, y el Capitán América ha sido siempre un personaje heterosexual tanto en los comics como en las películas rodadas hasta ahora. Las decisiones creativas deberían ir encaminadas a crear nuevos personajes o adaptar historias con protagonistas que puedan ser modelos en los que mucha gente pueda sentirse identificado. En este aspecto, J.J. Abrams reconoció en febrero de este año que le gustaría que las próximas películas de Star Wars incluyeran un personaje homosexual. Al fin y al cabo, en un universo en el que hay wookies jedis, ¿acaso un gay, una lesbiana o un transexual no pueden salvar a la galaxia?

Warner Bros. tiene la pelota en su tejado ahora mismo. Poco después de publicar la última novela de Harry Potter, su autora, J. K. Rowling, afirmó que Albus Dumbledore era gay. El personaje que sirvió de guía a Harry y en quien se reflejaban todos los valores que poblaban la obra era homosexual, y no solo eso, en su juventud había estado enamorado de un mago que se volvió malvado: Gellert Grindelwald. Con la reciente noticia de que Johnny Depp interpretará a este personaje en la secuela de 'Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos' que está en proceso de casting, solo queda saber si la productora se atreverá a plasmar este romance en la gran pantalla (está confirmado que aparecerá un joven Dumbledore en la saga). Rowling es conocida por ser una ferviente defensora de los derechos de los homosexuales y, si se tiene en cuenta no solo su amor por los personajes que ha creado, si no que además es la guionista de esta saga, es fácil pensar que querrá ahondar en esta trama en próximas películas. Habrá que ver si se topa con unos ejecutivos que deciden recortar su guión, o si por el contrario deciden arriesgarse y llevar el romance a la gran pantalla. Si, es un riesgo, pero Hollywood (y el mundo) debe evolucionar. Harry Potter, el Universo Cinematográfico de Marvel y Star Wars son tres de las sagas más taquilleras de la historia del cine. Si ellos no se atreven a correr un riesgo, ¿quién lo hará?

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