Patxi López: el socialista que llegó a lehendakari
El político vasco presentó el pasado martes de forma oficial su candidatura a las primarias socialistas | Foto: ATLAS

Si eres hijo de Eduardo Lalo López, histórico socialista vasco en los tiempos de clandestinidad, es normal que la tuya sea también una historia ligada a la política. Y es que Francisco Javier Patxi López Álvarez (Portugalete, 1959), creció con las ideas de pertenencia a un partido como modo de defender sus ideales.

En un contexto agitado y nada alentador, decide afiliarse a las Juventudes Socialistas del País Vasco con solo 16 años. Un joven Patxi López atisba que, como descubriera su padre a edad más tardía, su verdadera vocación estaba en la política. Así, se lanza de esta forma a hacer carrera dentro de un partido con relativo peso dentro de Euskadi -donde dominaban y dominan las fuerzas nacionalistas-.

No es de extrañar que, al igual que Susana Díaz, López también fraguó lentamente sus ascensos dentro del PSOE. Como su rival en estas primarias, él también desgrana su currículum en base a los cargos políticos desempeñados a lo largo de su vida. A Patxi López también lo eligieron sus compañeros de militancia para ocupar la secretaría general de las Juventudes, para posteriormente dar el salto a diputado nacional en 1987. Y, como la presidenta de la Junta hiciera años más tarde, igualmente opta por volver a su tierra natal y granjearse apoyos dentro de su federación.

Así es como llega el año 1991, y aquella joven promesa del socialismo vasco es llamado a ser secretario de organización del PSE. Durante los cuatro años que ocupa este puesto, el de Portugalete asiste a momentos cruciales como la fusión del PSE con el partido Euskadiko Ezkerra, en lo que aún actualmente se denomina PSE-EE. Es bajo esas siglas cuando su figura va adquiriendo cada vez más importancia, y en 1997 toma posesión tanto de la secretaría institucional de Vizcaya, como de la secretaría general de esa delegación solo unos meses más tarde.

Pero no es hasta 2002 cuando Patxi López se convierte en la principal figura política en el PSE-EE.  Tras la dimisión del antiguo secretario general un año antes, López apuesta por presentarse a unas primarias en las que acaba venciendo con el apoyo del 57% de los socialistas vascos. Una vez en el cargo, se presenta a sus primeras elecciones autonómicas en 2005, a sabiendas de que Euskadi es territorio del PNV. Como era de esperar, el candidato nacionalista vasco Juan José Ibarretxe, gana sus segundas elecciones consecutivas, pero el PSE-EE pasa de la tercera a la segunda fuerza política en la comunidad.

Este notable ascenso de un 5% de apoyo electoral en referencia a los anteriores comicios, hace que Patxi López cuente con el beneplácito del partido, constatado cuando revalida la secretaría general en 2005. Y no se equivocaron. En las elecciones autonómicas de 2009, los votos al PSE-EE suben hasta un 30'7% del total de votos -máximo histórico en el socialismo de Euskadi-, lo que le permite obtener un total de 25 escaños.

La oportunidad de investirse lehendakari se le presentaba ante sus ojos, pero para ello debía incumplir su promesa de no pactar con el PP. Pero a aquel candidato le pudo la ambición, y rompe su palabra pactando con el PP -a cambio de concederle a estos la presidencia en el Parlamento vasco-. Un pacto por el que Patxi López acaba residiendo en la Ajuria Enea desde 2009 hasta 2012 -cuando vuelve a ser tercera fuerza política-.

A pesar de aquella derrota electoral, el PSOE nacional no olvidó aquel momento de gloria que vivió en el País Vasco. Por ello, el partido de la rosa le concedió diversos cargos orgánicos, hasta llegar a ser presidente del Congreso de los Diputados durante los cinco meses que duró la breve XI Legislatura.

Actualmente, aquel hijo de padres socialistas, quiere dar un paso más en su trayectoria política. El pasado 14 de enero, el expresidente autonómico hizo pública su intención de concurrir a unas primarias decisivas en la historia del PSOE. Desde entonces, López se ha mostrado como la única opción que media entre los antagónicos Sánchez y Díaz. Una candidatura que no cuenta con el evidente apoyo del aparato socialista de Susana Díaz, ni con el fervor militante que genera Pedro Sánchez. Una apuesta que desea recuperar la unidad socialista perdida, pero que en palabras de José Luis Ábalos, coordinador de la candidatura sanchista: ''Solo se refiere a un proyecto interno de unidad, y eso en sí no es ningún proyecto''.

Regresa así Patxi López a la exposición mediática que supone la primera línea de la política. A la puja entre compañeros que ya viviera a principios de siglo. Aunque claro, sabe de sobra que esta vez no está en Euskadi.

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