A sobresalto por día
Foto de Wilkipedia (CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=70503)

A cada paso, los cordones tradicionales de la política francesa se desatan cada vez más. Cuando en 2012, Hollande derrotó a Sarkozy en la Segunda Vuelta de las Presidenciales, nadie podía concebir lo que terminaría pasando apenas un lustro después. Aunque habían empezado a aparecer algunos síntomas, tanto cambio era inimaginable. Ni siquiera hace unos meses, antes de que a Fillon le salpicara el escándalo de empleos ficticios, planeaba la posibilidad real de que quien acompañase a Le Pen en la segunda vuelta no fuese alguien del establishment.

El último golpe de efecto se ha producido apenas dos días después de las elecciones. Dos para ser más exactos. Por un lado, un Primer Ministro, hombre pesado de su partido, anunciaba su deserción para "fichar" por un rival que aún no lo ha admitido en sus filas. Por otro, aunque aún no hay confirmación oficial, la heredera del imperio Le Pen, Marion-Maréchal, va a dejar la política. Al menos de momento.

Un Primer Ministro que cambia de partido

Manuel Valls se marcha del PS, el partido a través del cual intentó asalto a la presidencia hace tan solo unos meses. Después de hundirse en las últimas elecciones, el partido puede parecerse a un barco a punto de hundirse del que todo el mundo se intenta salvar como pueda. 

Ahora Valls quiere ser parte de La República en Marcha, el renombrado movimiento de Macron. Lo ha anunciado por radio. Y no ha sido el único titular. Para él, el Partido Socialista, su partido, al que ha servido durante mucho tiempo pero al que no ha votado en esta ocasión, está muerto tras el batacazo electoral. En su lugar, tiene intención de presentarse por el partido de su exministro de Economía, ese que formaba parte del ejecutivo socialista sin ser socialista. 

La respuesta del portavoz de Macron, Christophe Castaner, ha tardado bien poco. El miembro del partido vencedor de las Presidenciales ha recordado a Valls que para ser candidato a un escaño en la Asamblea Nacional en las legislativas hay que pasar el proceso de selección habitual en el organismo. A Valls le podría perjudicar el haber encabezado el impopular ejecutivo de Hollande. En cualquier caso, no ha sido el único socialista que ha pedido dejar el PS con el mismo rumbo. Los próximos meses serán claves para determinar el futuro del partido.

¿Una retirada temporal?

El otro foco del día ha sido el abandono de la política de Marion-Maréchal Le Pen, la sobrina de Marine y nieta favorita de Jean-Marie, de la mano de quien había llegado a la política. Aunque no lo ha anunciado aún, se da por hecho su salida. Había indicios que iban por este camino en los últimos tiempos. Divorciada y madre de una niña de apenas dos años, hacía tiempo que la más joven de la saga, de 27 años y diputada en la Asamblea Nacional desde los 22, había dejado entrever que quería dejar, al menos de forma temporal, la política activa, buscando dedicarse a otros asuntos. Así, no se presentará para intentar ser reelegida en su cargo en la cámara baja.

Marion-Maréchal no ha tenido la mejor relación posible con su tía, en la que difiere en algunos aspectos. Por ello, parece un buen momento para echarse a un lado ahora el que el Frente Nacional ha planteado una renovación tras no vencer en las Presidenciales, sobre todo cuando discrepa en ciertas posturas.

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