Crítica de Una Entrevista con Dios
Foto: imdb.com

El director Perry Lang busca crear conciencia en el espectador al mismo tiempo que despierta la curiosidad del mismo, trata de enseñarnos un poco acerca de el perdón, la fe y la expectativa acerca de Dios. La cinta está dirigida a un público específico de personas creyentes y católicas/cristianas, nos habla mucho sobre la biblia, el viejo testamento y las nuevas enseñanzas, nos contextualiza en cuanto a teología y nos dirige a enfocarnos en un solo problema, la pérdida de la esperanza.

La película es muy interesante, dura una hora y 37 minutos pero se sienten como 20 solamente, no tiene nada de sobrenatural pero se toca el tema y más que otra cosa es vaga en cuestión de la religión. El guión es construido a partir de una premisa y esa es que ya todos sabemos cuáles son las enseñanzas de Dios, expuesto esto en la trama, la película no otorga respuestas adicionales a la búsqueda de conocimiento sobre por qué existimos en el universo, no obstante se dirige hacia esa pregunta en específico y entrega lucidez.

La producción trata sobre un periodista con estudios teológicos que pierde la esperanza en su modo de existencia, un trabajo altamente demandante y peligroso además de delicados problemas personales le acosan constantemente, él busca la fe pero ésta flaquea porque no encuentra soporte o razón para lo que le pasa, así pues es llamado a una entrevista con un personaje que dice ser Dios el creador de todo. Pero las intenciones de los dos protagonistas son como líneas difusas en un lienzo alejado de la vista, se necesita entrecerrar los ojos para poder ver con claridad lo que sucede como una pintura abstracta.

Esta obra no es especialmente relevante o reveladora pese a su profundo tema, tampoco nos ofrece algo original; los diálogos y las situaciones son algo ya antes visitado en películas que hablan sobre las preguntas más importantes de la vida y siempre nos entregan respuestas evasivas. Sin embargo la principal razón del por qué esta cinta es muy entretenida he interesante radica en el Star Power (el poder actoral). La cinta está protagonizada por Brenton Thwaites un actor en ascenso en los últimos años y por otro lado David Strathairn (The Man). A Brenton lo conocemos por grandes Blockbusters como "Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar" de 2017 o "Dioses de Egipto" de 2016 aunque su mejor trabajo a la fecha lo ha hecho en "El Dador de Recuerdos" del 2014. Últimamente ha recurrido a la televisión para expandir sus horizontes como actor y presenta una dinámica diferente en la nueva adaptación live action de la serie animada "Titans" propiedad de Warner/DC Comics en el papel de Robin.

Su desempeño es fantástico y la evolución de su trabajo es sobresaliente, pero la dinámica que tiene en esta producción con el actor David Strathairn es de lo mejor, el conflicto interno del personaje es expuesto y se siente muy aterrizado, fácilmente puede ser relacionado con todo espectador que la vea, Brenton es un experto en transmitir sentimientos con su rostro y esta cinta no es la excepción.

Valoración: 3/5

Lo mejor: La actuación de Brenton Thwaites

Lo peor: Nada original que mostrarnos además de una trama difusa.

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