Hinds: de Malasaña a Coachella
El grupo HInds, de izquierda a derecha: Carlotta Cossials, Amber Grimbergem, Ana Perrote y Ade Martín. // Laura Palmer (marie-clarie.es)

Hinds es la girl band de moda del momento. Este grupo madrileño, compuesto por Ade Martín (bajista), Ana García Perrote (guitarra y voz), Carlotta Cossials (guitarra y voz) y Amber Grimbergem (batería), ha conquistado los escenarios de más de medio mundo desde su creación en 2014. Sin embargo, en España son apenas conocidas, así se ve en su última gira, que solo ha contado con tres fechas en España. Esta finalizó el 15 de diciembre en la famosa sala Razzmatazz de Barcelona.

I don’t run es el nuevo sencillo que presentaban en el tour, su segundo álbum de estudio. Como el anterior, está escrito en inglés y es de un estilo que oscila entre el pop, el garage y el rock. Sus voces no son lo más melódicas del mundo, sus instrumentos tampoco suenan limpiamente y, esto, en un grupo de chicas es mucho más criticado que en uno formado por hombres.

Su puesta en escena enérgica, desenfadada, rebelde y chillona ha creado continuas controversias en este país a la vez que triunfaba en festivales del mundo anglosajón, que las alaba desde sus comienzos. Sí, han llegado a Coachella, ejemplo de unos de los muchos festivales de renombre internacional en los que han tocado, pero no han perdido su esencia. I don’t run está grabado en lo-fi, del inglés low fidelity, es decir, casi sin producir. En cuanto a su próximo disco, está en proceso de composición, como muestran las integrantes de la banda en sus redes sociales.

Primer reconocimiento internacional

Carlotta Cossials y Ana Perrote se conocieron a través de sus novios, músicos, que casi las habían hecho creer que la música era solo para chicos. Ese verano de 2011, dejaron a sus respectivas parejas e hicieron juntas un viaje por carretera a Denia (Comunidad Valenciana), en el cual comenzaron a componer. De aquí nació Deers, “ciervos” en inglés, el dúo antecedente al grupo.

Tras un parón de un año y medio, en marzo de 2014, se armaron de valor y subieron a Bandcamp, una plataforma online de patrocinio de artistas independientes, sus dos primeras canciones: “Bamboo” y “Trippy Gum”. Aquí empezó todo. Recibieron “montones” de mensajes de managers ingleses interesándose por su música, en palabras de Ana en una entrevista a El País.

Dieron sus primeros bolos en Madrid un mes después, en abril, y pronto se dieron cuenta de que les faltaban integrantes. Ambas tiraron de contactos y así se unían a la aventura Amber Grimbergen y Ade Martín, creando lo que ahora se conoce como Hinds, “ciervas”: tuvieron que cambiar el nombre a finales de ese año debido a la posible confusión con el grupo canadiense The Dears.

Así, llegaron los primeros reconocimientos internacionales: las revistas NME, Pitchfork, Pigeons and Planes, Gorilla vs. Bear, Paste, DIY y los diarios The Guardian y The Irish Times escribieron artículos sobre su música y las alabaron. No solo se queda ahí, músicos internacionales, poco conocidos en España, pero con fama en la escena anglosajona, compartieron su música en sus redes sociales, como Patrick Carney, The Pastels, Black Keys o Bobby Gillespie.

Ya las cuatro juntas, como grupo y sin todavía disco, su cuarto concierto fue en Londres. En una entrevista al ABC, admiten que este fue el que las catapultó a la fama en el mundo anglosajón. En mayo ganaron el festival madrileño Make Noise Malasaña, que les dio como premio grabar su segundo sencillo, “Barn”, en Berlín. Ese verano se fueron de gira internacional, por festivales en Inglaterra, como el prestigioso Glastonbury, Francia y Alemania o Portugal. Iban de teloneras de grupos de su mismo estilo, británicos y estadounidenses: The Libertines, The Vaccines y Black Lips.

Ellas mismas explicaban, en una entrevista a El Mundo: “los anglosajones son muy rápidos: cuando hay un grupo nuevo se tiran de cabeza”. A finales de ese movido 2014, estrenaron “Barn”, “Castigadas en el granero” y “Between Cans” y al año siguiente se fueron de su gira mundial. Tocaron Tailandia, Australia, Estados Unidos y repitieron festivales en Europa, incluyendo esta vez, el de Benicàssim, uno de sus favoritos.

Entre concierto y concierto, en abril de 2015, empezaron a grabar su primer disco, Leave Me Alone. A pesar de su fama internacional y su triunfo en el mercado musical anglosajón, contaron con los productores españoles Paco Loco y Diego García, cantante de The Parrots. Ese mes también salió, con este último grupo, la versión y videoclip de “Davey Crockett”, de Thee Headcoats, producido por la banda The Vaccines, con quienes ya habían tocado antes.

En enero de 2016 sale a la luz el álbum Leave Me Alone con doce nuevas canciones. Al margen de las críticas, buenas o malas, se hizo eco en medios internacionales y nacionales. Es un disco muy lo-fi, parece amateur, pero es eso lo que las caracteriza.

A raíz de este disco, comienzan su segunda gira, que dura más de un año y es igual de plantearia que la primera: Europa, Canadá, Estados Unidos, donde tocan en el afamado Late Night de Stephen Colbert de la CBS; Australia, Japón y Singapur. Los últimos meses de 2016 los pasan por distintas ciudades europeas y españolas, donde acaban el ajetreado tour.

Potencian lo que mejor se les da, su desparpajo y juventud. La temática, según la revista Pitchfork, se basa en “las contradicciones humanas, admitir la vulnerabilidad y darse cuenta de que estas son preciosas”. El título lo dice todo: un “dejadme en paz” a aquellos que querían cambiar su estilo, como expresan en las entrevistas.

“Yo no corro”

En marzo de 2017 volvieron a Cádiz, a los estudios de Paco Loco, para grabar su segundo álbum. Al contrario que el primero, tardó más de un año en salir. Y ese es el objetivo del disco, I don´t run, “yo no corro”. No querían repetir los errores de Leave Me Alone, causados por las prisas; querían estar seguras y orgullosas de su trabajo. Tiene una canción menos que el anterior; cantan sobre amor y sobre lo que les preocupa.

En el año de 2017, mientras preparaban el disco, tampoco pararon de dar conciertos por todo el mundo, incluso participaron en el mundialmente famoso festival californiano de Coachella. El nuevo álbum salió en abril de 2018 y, al igual que con su anterior trabajo, han recibido críticas tanto internacionales como nacionales y, en su mayoría, buenas. La Rolling Stone lo ha puntuado con cuatro estrellas de cinco.

La gira, no obstante, ya había comenzado en enero por Estados Unidos, después del estreno del single “New For You” y su videoclip, dirigido, como todos, por la propia Carlotta Cossials. Inglaterra, Francia, Alemania, Bélgica, España… repiten ciudades y festivales en verano, tanto en Estados Unidos como en Europa. En septiembre volvieron a Japón y a principios de octubre se embarcaron en la última parte de su gira. De Lisboa han ido a Inglaterra, Holanda y Alemania, para acabar en Razzmatazz, Barcelona el sábado 15 de diciembre, coincidiendo con el 15º aniversario de la sala.

Críticas y reivindicativas

Ya desde sus primeros conciertos y canciones, el público español se polarizó: o gustan muchísimo o son aborrecidas. Sus vídeos en YouTube están repletos de comentarios sobre que no saben cantar, tocar sus instrumentos o que están enchufadas. Quizá el problema es que, tradicionalmente, el rock solo era para hombres y molesta que cuatro chicas jóvenes griten y suden encima de un escenario, como suelen comentar ellas en las entrevistas.

Como millenials, comparten su vida en redes sociales. Su Instagram refleja su filosofía: pasárselo bien allá donde van, disfrutar de su amistad y de los conciertos. No obstante, lo cierto es que, desde sus comienzos, no han parado de trabajar: llevan desde 2014 en gira constante, grabando nuevas canciones y videoclips, dando entrevistas, promocionando su música y componiendo.

Así lo dicen en múltiples entrevistas, conscientes de sus críticas y reivindicativas del rock hecho por chicas. Ellas no contaron con el ejemplo de grupos femeninos disfrutando encima del escenario y sienten que de alguna forma están dando el modelo que ellas no tuvieron. Se consideran feministas y, a través de sus actuaciones y su presencia, luchan por la causa. Con su último disco, han llegado a mercado español y gustan y mucho.

Su último sencillo, de octubre, “British Mind”, trata de todo esto: responden por primera vez en una canción a sus críticas y se reivindican como artistas. Su esencia no ha cambiado: siguen siendo cuatro chicas que disfrutan haciendo su música y, además, han triunfado en el panorama internacional. Así se definen en un verso del tema: “Dicen que “fracaso” es mi apellido, pero es este desastre lo que se convierte en éxito” (“People say that failure is my middle name, but this mess is what turns into success”).

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