Entrevista. Mägo de Oz: "La música española de hoy en día es de las peores del mundo"
Fotomontaje: Jorge García

Ser el buque insignia del heavy metal y la música con influjos celtas en castellano no es moco de pavo. No es que sea un terreno especialmente concurrido, pero Mägo de Oz lleva reinando en él más de treinta años, a éste y al otro lado del charco. Más mérito tiene aún si tenemos en cuenta las múltiples variaciones que ha sufrido la banda a lo largo de los años en su formación, siendo Jesús María Hernández (archiconocido como Txus di Fellatio), batería, compositor y alma máter del grupo, el único que queda de los músicos que fundaron Mägo de Oz allá por 1988.

La baja más sensible fue probablemente la de José Andrëa, cantante durante más de quince años, cuyo amplísimo registro vocal era una de las principales señas de identidad de la banda. No obstante, los relevos no han sido suficientes para desanimarles. De hecho, son incluso algo "que da frescor" a su música, según palabras del propio Txus. No en vano, son número uno en ventas en México menos de dos semanas después de la publicación de Ira Dei, su nuevo disco.

Txus y "Moha", violinista desde 1992, nos reciben recién aterrizados precisamente de este país en las oficinas de Warner Music Spain.

Ha pasado algo más de una semana de la publicación de Ira Dei. ¿Cómo va la acogida, las reacciones y la recepción por parte de sus seguidores?

Txus: El single Te Traeré el Horizonte lleva ya casi un millón de visitas en dos semanas, lo cual es una auténtica pasada. Somos número uno en México, por encima de muchas bandas con bastante más apoyo mediático que el rock. Volvimos ayer del país azteca, donde estuvimos durante nueve horas firmando autógrafos.

Pregunta: Hay una verdadera locura con ustedes en México, ¿ven muchas diferencias a la hora de vivir la música entre España y América Latina?

Txus: Muchas. Lo primero que nosotros allí somos un grupo extranjero, y eso tiene mucha más aura. Aquí somos simplemente "los Mago", pero en México, por ejemplo, nos ven como cuando aquí ves a una banda de fuera. Por otra parte, el público mexicano tiene el talante más ardiente del mundo. Por encima del español, del colombiano o del de cualquier sitio. Hace un año y medio sacamos un DVD titulado Diabulus in Opera con la orquesta sinfónica de México. Había 18.000 personas. Desde el escenario apenas nos escuchábamos a nosotros mismos, sólo se escuchaban los gritos del público.

Moha: De hecho ese mismo año repetimos el concierto y volvimos a llenar otra vez. Es espectacular la acogida que tenemos allí. Parece impresionante decir que estuvimos nueve horas firmando, pero en realidad es algo que allí lleva veinte años pasando.

P: Hace poco ha sonado Mägo de Oz para festivales como el Mulafest y Bull Music, ¿qué opinan sobre la aparente sobreoferta de festivales que hay desde hace unos años en España, y cómo está cambiando esto el negocio de la música en directo?

Txus: Para bandas de perfil medio/bajo es algo muy bueno, porque te ve muchísima gente y robas la atención del público que va a ver al cabeza de cartel. A los grupos jóvenes que tienen uno o dos discos sí les invitaría a hacer muchos festivales. Pero para bandas consagradas no es tan bueno, porque tienen muy poco tiempo para probar y todo va muy rápido. En España, si hay doscientos festivales, de calidad hay diez. La gente paga ochenta o noventa euros para un abono de dos días en el que el sonido no es bueno, y la zona de acampada es para decirle al organizador: "¿De verdad quieres que los chavales acampen ahí? Tú eres un sinvergüenza".

Moha: Muchas veces tampoco puedes llevar tu propio show. Te esfuerzas mucho y te gastas mucho dinero en preparar una gira con una escenografía adecuada a lo que tú crees que es lo mejor, y por cuestión de tiempo o de infraestructura no lo puedes llevar.

P: Tras tantos cambios en la formación de la banda desde que empezaron en los ochenta, el último el de su guitarrista en 2018, ¿cómo se consigue mantener un mensaje y un sonido homogéneo?

Txus: Es cuestión de marca. El Real Madrid sigue siendo el mismo después de Hugo Sánchez, de Raúl y de Cristiano. En Mägo de Oz tenemos un estilo de música y nadie es imprescindible, sólo el público, que son nuestros jefes. Yo soy de la opinión de que los cambios en la formación son muy buenos, porque entra gente fresca. Los grupos a veces se ahogan de éxito, y entran la indolencia y la costumbre de vender muchos discos. La vida en la carretera es muy dura, y a veces abrir las ventanas y que entre gente nueva con nuevas ideas y con ganas es bueno.

P: La última polémica alrededor de la banda ha surgido a raíz de la portada del nuevo disco, en la que sale la actriz porno Apolonia Lapiedra crucificada. ¿Cómo ven que en 2019 aún provoque controversia, e incluso sea motivo para acabar en el juzgado, una caricatura de una cuestión religiosa?

Txus: Yo en realidad no he visto ninguna controversia. Aún estoy esperando a que los abogados cristianos nos pongan una denuncia. Es más, lo estoy deseando. Para nosotros sería increíble que nos denunciaran, salir en la tele y vender muchísimos más discos por cuatro abogados retrógrados. Yo creo que con lo de Willy Toledo o lo de Valtonyc hemos llegado al zénit de la estupidez humana en España. Creo que ahora las cosas se han relajado un poco, también por el cambio de gobierno. No estaba buscado que en la portada apareciese una actriz porno. Estaba buscado que fuese una modelo con unos rasgos determinados, pero casi todas se negaban precisamente por el miedo a las reacciones. Recibimos una llamada y nos dijeron que Apolonia estaba dispuesta a hacerlo. No tengo ningún problema con su trabajo, el que sea actriz porno me parece algo tan lícito como si fuese actriz de comedia. El que se escandaliza es el mismo que luego está buscando su nombre en las páginas porno. De todas formas, tampoco ha habido mucha polémica. Hay que tener en cuenta que el público del rock es un público más abierto. Si esta portada la hubiera sacado Alejandro Sanz, habría sido otra cosa.

P: En un panorama tan cambiante como el de la música española en los últimos años, ¿qué es lo que más os interesa de los artistas más recientes?

Txus: Quitando alguna banda de rock emergente, estamos en el bucle del cantante blandito con acento flamenco. La música española está muy mal. Si tú ves estos programas pseudomusicales como La Voz u Operación Triunfo todos buscan el mismo perfil, y es para decirles: "basta ya". La música española es de las peores que hay hoy en día en el mundo. Es como si hubiéramos vuelto cuarenta años atrás. El rock en Alemania, en Estados Unidos o en México es una música tan aceptada como aquí la copla. Si te das cuenta, ¿quiénes son los macarrillas que roban un banco en las series españolas? Los de la chupa de cuero. ¿En serio en el siglo XXI los heroinómanos y los delincuentes tienen una camiseta de Mägo de Oz o de Iron Maiden? Los chorizos y los ladrones están en Génova y en el Congreso.

P: La primera página del librito que acompaña al disco es un extracto de una novela que lleva el mismo nombre que el álbum. ¿Va a ser publicada próximamente?

Txus: Sí. En todos los discos siempre hemos publicado una historia que regalábamos. Pero esta vez he pensado: "¿para qué trabajar tanto si lo realmente importante es la música?" Entonces esta vez sólo he publicado el primer capítulo, y estoy trabajando en la novela para publicarla aparte. Llegó un momento en que me cansé de regalarla y ser criticado por ello. Lo realmente importante es el disco, la novela que la compre a quien le interese. Más que nada porque no soy novelista, soy letrista y poeta.

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