Crítica de 'Las elegidas', dirigida por David Pablos
Fuente: cinemaldito.com

México. Ulises, de 15 años y Sofía de 14, son una pareja de enamorados que se ven envueltos en el negocio que lleva el padre del chico: el tráfico y prostitución con mujeres. Ulises tendrá que encontrar a otra chica como reemplazo a Sofía para sacarla de dicha red y así poder vivir libremente.

Las elegidas (2015), es el segundo largometraje dirigido por David Pablos, surgió de la mente del escritor Jorge Volpi. El productor Pablo Cruz compró los derechos y así, director y escritor comenzaron a reescribir una historia que debido a la falta de tiempo no se pudo completar. Finalmente, Pablos reescribió el guion al completo tras un intenso trabajo de investigación sobre el tema.

La película actúa como escaparate para hacer ver la realidad en la que viven mujeres y niñas en todo el mundo. Solo que en esta ocasión, muestra cómo el tráfico y la prostitución de jóvenes y niñas pasa a ser un negocio familiar, pasando de padres a hijos, en México.

Este es el contexto en el que crece Ulises. La brutalidad, la violencia y el miedo que siembra su padre en el núcleo familiar, sirve como herramienta para "educar" a su hijo. Una educación cuyo propósito es convertir al chico en el próximo padrote del clan familiar.

Sin embargo, en la película no se muestran escenas explícitas en esta atmósfera desgarradora y cruel. Esto se puede comprobar con la fuerza del uso que se le otorga al fuera de campo o a los planos cortos.

Poniendo en marcha la imaginación del espectador, el filme consigue evocar en algunos momentos situaciones tan extremas que se hacen difíciles de asimilar y creando un espacio claustrofóbico para el espectador.

La dureza de la trama contada de forma tan acertada y contenida, se apoya en una fotografía muy interesante al servicio de los personajes y las emociones que encarnan.

Por otra parte, gracias a la brillante interpretación de los tres protagonistas: Nancy Talamantes interpretando a Sofía, Leidi Gutiérrez en el papel de Marta y Óscar Torres como Ulises, el filme retrata de cerca cómo sobreviven cada uno en este contexto y la transformación que sufre una niña tras perder su condición inocente y pura de "niña", a ser objeto sexual y de mercancía.

Un cine comprometido, trascendental y de crítica social es sin duda un arma potente para impactar en el público. Ahora bien, contar más con menos es la clave para que el filme de David Pablos sea una obra que va más allá de lo puramente artístico.

Se convierte en una oportunidad para descubrir, una vez más, otras de las muchas injusticias alimentadas por el hombre.

 

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