'Identidad borrada': Joel Edgerton vuelve a sacar el cineasta que lleva dentro
Foto: filmaffinity.com

Se ha hecho rogar, pero por fin está aquí. Identidad borrada se estrenó en Estados Unidos el dos de noviembre y, cinco meses más tarde, ha llegado a España con unas expectativas muy altas. El actor Joel Edgerton vuelve a ponerse tras las cámaras después de la buena experiencia que tuvo con El regalo, una cinta con un clima de suspense aterrador y que era un ejercicio más que correcto.

Identidad borrada, su nueva película, cuenta la historia de Jared Eamons, el hijo de un predicador baptista de una pequeña ciudad norteamericana que, a sus 19 años, se ve obligado a participar en un programa para "curar" su homosexualidad, apoyado por la iglesia puesto que, de lo contrario, será rechazado por su familia y amigos. Dentro de este programa, Jared entrará en conflicto con el terapeuta jefe Victor Sykes, interpretado por Joel Edgerton. La cinta está basada en hechos reales y, lo más sorprendente de su relato, es que ocurrió hace tan solo 15 años.

En esta película, el joven Lucas Hedges (Manchester frente al mar, Lady Bird), vuelve a demostrar que es uno de los mejores actores de su generación y que está más que justificado que salga tanto en pantalla. Su trabajo en Identidad borrada, por el que fue nominado a los Globos de Oro, es de una maestría increíble, y cuenta con una complejidad admirable y asombrosa a partes iguales.

Identidad borrada logra ser un drama difícil, emocionante y, sobre todo, aleccionador, que busca generar polémica y controversia en el espectador para que se replantee todo lo que está sucediendo en la pantalla. Joel Edgerton demuestra, por segunda vez, su enorme talento, reafirmándose como director con una gran sensibilidad y talento. Edgerton es buen actor, pero como director es todavía mejor, siendo interesante que se replanteara su carrera y que valorara el dejar la interpretación en un segundo plano para centrarse en dirigir, ya que por ahora le está yendo bastante bien.

La carrera de Edgerton como cineasta se eleva a un nivel completamente nuevo con este segundo trabajo, un drama que es sumamente humanista y que emociona, grabándose en la memoria del espectador, puesto que no pretende pasar desapercibido. La historia está basada en hechos reales y se inspira en el libro autobiográfico de Garrard Conley, por lo que su aproximación con la realidad hará que guste aún más a su público y que se quede sorprendido, triste y furioso al conocer que lo que se plantea en la obra sucede a día de hoy.

Identidad borrada es un film muy valioso que todos los padres con niños LGBT deberían ver, puesto que aprenderán mucho y les hará reflexionar y comprender mejor a sus hijos, si es que todavía no lo habían hecho. Russell Crowe y Nicole Kidman están estupendos en sus papeles secundarios. Crowe está sencillamente espléndido y Kidman aporta una creciente compasión emotiva.

La película pretende jugar, en sus casi dos horas de metraje, con qué es lo que hay que enseñar y qué no. Su director transita esa frontera con elegancia y sensibilidad. A través de su interpretación, Hedges consigue que la confusión homosexual sea palpable y trágica, con mucha intensidad y con un brutal desarrollo a nivel dramático. En definitiva, Identidad borrada es un film que todo el mundo debería ver para sacar sus propias conclusiones y observar que se vive en una sociedad que no está tan avanzada como nos se cree y nos gustaría.

Valoración: 4/5

Lo mejor: El debate moral que plantea

Lo peor: Cierta falta de interés en su segunda mitad, aunque se compensa con los últimos minutos de metraje

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