La izquierda sale reforzada de la campaña 
Los candidatos en un momento del debate: / José Luis Roca

Ayer al filo de la medianoche, Atresmedia tocó la campana. La campaña electoral había concluido. La última posibilidad para que los candidatos captaran voto ajeno ha acabado. Hasta el viernes, los mítines de cierre de campaña solo servirán para convencer a los ya convencidos. Ningún voto cambiará de lado. Así pues, tres días sin ninguna volatilidad y en el que quien tenía más miedo de ver reducida sus posibilidades electorales tras los debates, ha salido vivo y con más posibilidades si cabe de acabar descorchando el champagne la noche del domingo. Pedro Sánchez salió de los estudios de Atresmedia con el objetivo conseguido: no ganó votos, pero tampoco los perdió

Pablo Casado también salió optimista. Tras su estreno en RTVE en este tipo de formatos, ayer se soltó, desde la racionalidad y sin aspavientos, consiguió consolidarse como el representante de la derecha moderada. Lo tenía fácil ante la acumulación de errores de su competencia. Albert Rivera echó por tierra los primeros pasos de la remontada que había comenzado tras el debate del lunes. Ayer, siguió con la estrategia de ser el azote del presidente. Pero se confundió en las formas y en el contenido. Quiso estar presente en todos los turnos de palabras, replicar a todos los candidatos y utilizó recursos materiales tergiversados (la foto de Mendía y Otegi estaba recortada). Le omnipresencia que demostró ayer le puede costar el domingo la irrelevancia. 

Una irrelevancia que -según todos los sondeos- se encontraba Unidas Podemos y que el gran papel de Pablo Iglesias en ambos debates ha podido servir para movilizar a una gran parte de personas que les había votado y que se encontraban un tanto cabreados por el último año de la organización. Ese es el gran objetivo del partido confederal: movilizar a su electorado más de izquierdas. Y esa va a ser la clave del domingo. Si Unidas Podemos logra atraer a más de la mitad de las personas que le votaron en junio de 2016, la izquierda tendrá serias posibilidades de gobernar. 

El marco de la foto ha cambiado. La esperanza de la derecha para llegar a la Moncloa es que la autoexigencia de los votantes de izquierdas les pierda el voto por el camino y no acudan a las urnas. Tanto ayer como el lunes, Iglesias ha hecho un trabajo encomiable para evitar eso. Quedan tres días. Pero la campaña ya ha acabado. Solo queda votar, lo que verdaderamente importa. 

VAVEL Logo