Crítica de X-Men: Fénix Obscura
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Es de conocimiento público que la compañía FOX ahora es propiedad del imperio Disney y que ésta producción de los mutantes más conocidos es la última de su generación. El director Simón Kinbert se estrena con su ópera prima detrás de cámaras y aunque antes ya ha estado en la silla de producción este es su verdadero primer proyecto del cuál es totalmente responsable.

La cinta no tiene un paso agradable, tiende a cargarse completamente hacia solo pocos miembros del equipo, desaprovechando la oportunidad de aportar más contenido y contexto a la vida del personaje principal y al ambiente en el que se desarrolla.

Los actores más destacados he incidentalmente los más veteranos de esta franquicia son pobremente utilizados y se siente la frustración en sus rostros de ser arrastrados a un proyecto con el cuál tienen obligaciones contractuales. Jennifer Lawrence (Raven/Mystique) es una de las figuras más destacadas de esta franquicia, una actriz ganadora del Oscar y su presencia se siente nula, Evan Peters (Peter Maximoff/Quicksilver) otorgó algunos momentos memorables en el pasado mientras que aquí sus 5 líneas de diálogo le hacen ausente, James McAvoy (Charles Xavier) es un gran actor que en proyectos recientes se ha destacado, sin embargo en esta cinta pese a todo el esfuerzo impreso en su desempeño no puede lograr algo significativo. Michael Fassbender (Erick Lahnsherr/Magneto) es uno de esos actores que aporta todo de sí en cualquier proyecto ya sea un gran blockbuster o una cinta independiente y el hecho de que aquí su aportación sea tan insignificante hace que se cuestionen todas las decisiones artísticas tomadas por el director y su capacidad incluso de dirigir.

El guión es algo terrible, el paso de la cinta brinca de un lugar a otro para apretar ciertos eventos que no tienen relevancia alguna con la historia original o el material base, al mismo tiempo que resaltan situaciones que de igual manera no afectan la historia en general sino sólo una situación en específico y eso es un error de guión que cualquier escritor experimentado habría notado.

El único acierto de la cinta es quizá la participación de Sophie Turner, se concentraron mucho en estudiar cómo podría sobresalir el personaje al grado de opacar todo lo demás, lograron su cometido claro, pero sacrificaron toda la producción por ello. 

En otras cinta de la misma franquicia el personaje de Hank McCoy (Nicholast Hoult) había aportado algo significativo a la trama, ya sea algún tipo de componente detonante para una sub-trama o como apoyo emocional para el personaje principal (Charles), aquí le ofrecen un arco dramático que termina siendo una gran decepción. La cinta se disfruta desde la visión de un niño pequeño donde su atención no requiere más que un despliegue de defectos visuales para mantenerle entretenido, no obstante si tú audiencia clave es un público exigente fanático de cintas del género de superhéroes,  entonces debes crear una atmósfera consistente con lo antes mostrado y atender no solo la acción de sorprender visualmente sino de entretener desde la narrativa.

La cinta fácilmente puede ser olvidada pues nada memorable tiene que ofrecer, es una aventura X en un proyecto en extinción que solo los más fanáticos consumirán, vayan a ver esta cinta si su devoción por la franquicia les exige redención, no la obtendrán pero al menos no quedará por ustedes.

Valoración: 2/5

Lo Mejor: La actuación de Sophie Turner

Lo Peor: El Guión es lento y caótico, confuso en ocasiones y tedioso en esencia.

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