Los aciertos y los errores de No. 6 Collaborations Project de Ed Sheeran
Ed Sheeran en la presentación de No.6 Collaborations Project / Rob Copsey

El pasado viernes 12 de julio Ed Sheeran sacó un nuevo trabajo de estudio titulado No.6 Collaborations Project. Como bien indica el nombre es un trabajo donde todos los temas son colaboraciones con otros artistas. Es una continuación a su anterior proyecto, No.5 Collaborations Project.

A veces las colaboraciones son todo un acierto y a veces todo un error. Siempre depende desde la perspectiva que se mire. Algunas colaboraciones están simplemente hechas para vender más, otras son más genuinas. Pero lo que es cierto es que es imposible que en una colaboración el artista principal pierda (un poco) su esencia al juntarse con otros cantantes. Y esto es lo que le ha pasado a Ed Sheeran, ha perdido su esencia.

Es verdad que se trata de un disco de colaboraciones, un proyecto a parte a su discografía, un experimento, pero el problema es que Ed Sheeran es más que un cantante. Ed Sheeran se ha convertido en una marca. En una marca que llena estadios con producciones sencillas, con tan solo una guitarra y un looper. Sheeran forma parte de la enésima invasión británica, junto con James Arthur, One Direction o Lewis Capaldi y en este trabajo parece que haya vivido toda su vida en Estados Unidos.

Este trabajo de Sheeran era esperado y las expectativas eran altas después de sus primeros avances. Pero al final No.6 Collaborations Project no ha logrado cumplir con las expectativas (ni con la tremenda campaña de marketing). El problema no es que sean canciones malas, sino que la marca Sheeran se ha perdido. South of the Border sería una buena canción para Camila Cabello y Cardi B, pero no lo es para el pelirrojo. Lo mismo sucede con Antisocial, en colaboración con Travis Scott. O con Feels. O con Cross Me.

Otros de los problemas del disco es el exceso de hi hats y sintetizador, y por el contrario la escasez de la guitarra acústica. Sheeran ha jugado a ser trapero y ha perdido. Pero hay canciones que se salvan, hay canciones que mantienen la marca Sheeran y a la vez se permiten descubrir nuevos horizontes.

Beatiful People, la colaboración con Khalid, es una gran muestra de esto. Las voces de ambos combinan a la perfección. Take Me Back to London con Stormzy también es un gran acierto. El tema recuerda a sus colaboraciones en No.5 Collaborations Project. Y sí, en este caso el alumno ha superado a los maestros, Eminem y 50 Cent. El tema que comparte con YEBBA, Best Part Of Me, es el que más mantiene la esencia de todo el disco, es de los pocos donde podemos escuchar la guitarra acústica. Pero sin ninguna duda el tema más acertado es Way To Break My Heart. La colaboración con Skryllex sabe mantener la esencia e innovar a la vez. Los hi hats no molestan. Y la falta de la guitarra acústica no supone un problema.

Pero recordad, este disco es un punto y aparte en la discografía de Ed Sheeran. Y así es como nos lo hemos de tomar, como un experimento. El punto y seguido llegará con Subtract (-), que pondrá fin a la saga Plus, Multiply y Divide. Así lo confirmó el cantante en uno de sus últimos conciertos.

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