'Quien a hierro mata': la venganza como plato principal
Luis Tosar en 'Quien a hierro mata' | Sony Pictures 

El director Paco Plaza sorprende alejándose del género de terror y de sus antiguos títulos (REC, Verónica) para experimentar con el thriller y el suspense exitosamente. La apuesta le sale redonda con un elenco que borda la interpretación y la fotografía de la película. 

La familia Padín es una familia de narcotraficantes gallegos por tradición bajo la fachada de empresarios de marisco. El cabeza de familia, Antonio (Xóan Cejudo), sufre de una enfermedad degenerativa y desea ingresar en una residencia donde pasar sus últimos meses de vida. Aparece entonces el jefe de enfermeros, Mario (Luis Tosar), que en lugar de cuidar del anciano lo que desea es cobrar su propia venganza personal. 

Esta primera parte de la trama convive con una segunda parte que enturbia la primera. Los hijos de Antonio, Toño (Ismael Martínez) y Kike (Enric Auquer) continúan con el negocio de su padre y prueban suerte con un trato con un cartel colombiano y la mafia china. Sin embargo, el negocio no sale como los dos esperan a pesar de que su padre les había advertido.

La ejecución del guion hace que ambas partes de la línea narrativa convivan en perfecta armonía intercalándose y dando lugar a un relato que, lejos de separar las dos tramas, sorprendente las une desde la mitad del filme hasta su escena final. Además, la interpretación de Luis Tosar no deja de ser un diez de principio a fin. Logra convertir a su personaje en una víctima, pero a la vez en un verdugo, cosa muy difícil de conseguir. Podría tratarse de un Jekyll y Mr. Hyde atormentado y en busca de venganza.

Si algo tiene Quien a hierro mata es su expresión en la elección de planos. Los primeros planos y los planos detalle copan la mayoría de la cinta, pero hacen del thriller una historia espeluznante. Ocurre lo mismo con los colores que diseñan las escenas. Los rojos y rosas junto a los colores oscuros que aparecen desde la mitad de la película dan sentido a la narración. Ocurre lo mismo con los amarillos que crean una sensación de confusión y que Paco Plaza utiliza a modo de flashbacks que tiene Mario. 

Sin lugar a dudas, dentro de los últimos estrenos del cine español, Quien a hierro mata tiene muchas posibilidades de colarse en los Premios Goya de este año junto a otros grandes como Almodóvar o Amenábar. 

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