'Mientras dure la guerra': lo que parecía y no fue
Fotograma de 'Mientras dure la guerra' | Página web oficial Festival de San Sebastián

El director Alejandro Amenábar vuelve al cine español después de realizar películas internacionales como Regresión. En su última cinta apuesta por el cine histórico y, como tema central, apuesta por la Guerra Civil. Sin embargo, el director toma como protagonista al escritor Miguel de Unamuno (Karra Elejalde) para describir este acontecimiento que sigue estando presente en la actualidad.

Este ensayista decidió apoyar la sublevación en un primer momento, después de tensarse su relación con la República. Aparecen también en Mientras dure la guerra figuras históricas del bando sublevado: desde Franco (Santi Prego) hasta Cabanellas (Tito Valverde) pasando por Millán Astray, fundador de la Legión (Eduard Fernández). 

Parecía ser un punto de vista innovador y muy crítico en los tiempos que corren, pero lejos de ello, Amenábar se tropieza y da una clase de historia en lugar de centrarse en la narración. Lo que antes del Festival de San Sebastián parecía ser una cruda crítica al franquismo y al bando sublevado en la Guerra Civil, se queda en la superficie de lo tratado y se centra más en la biografía de Miguel de Unamuno. 

Don Unamuno se muestra como un tozudo anciano apenas dialogante en el comienzo. Prueba de ello es su relación con sus amigos, Atilano (Luis Zahera) y Salvador (Carlos Serrano-Clark), con quienes se ríe y enfada a partes iguales. Sin embargo, es a través de los minutos en la sala cuando el espectador descubre el corazón del ya anciano escritor en sus conversaciones con su hija y nieto. Y así despierta su conciencia sobre el ritmo que está tomando la guerra y el rumbo que el bando sublevado está siguiendo hacia el fascismo, ya triunfante en Italia y Alemania. 

Es cierto que Karra Elejalde retrata todos estos cambios en la actitud del escritor de Niebla y se muestra como el perfecto orador a la hora de clamar el famoso discurso que dio Unamuno en el paraninfo de la Universidad de Salamanca. Sin embargo, la interpretación más brillante de "Mientras dure la guerra" se la lleva Eduard Fernández en el papel de Millán Astray. Su orgullo legionario, ambición y su actitud chulesca en ocasiones refleja a la perfección al propio Millán Astray.

En general, en el aspecto histórico es más que correcta. Sin embargo, lo que se aventuraba como una de las críticas políticas más crudas al franquismo desde la perspectiva de un intelectual se queda en eso: lo políticamente correcto. Amenábar deja en el aire la cuestión sobre el fascismo que azora a Europa en la actualidad.

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