“Never rarely sometimes always”: un injusto viaje a la madurez
Sidney Flanigan es Autumn. Fuente: www.thenewyorker.com

“Never - rarely - sometimes - always”. Esas son las posibles respuestas a un duro cuestionario en la antesala de una clínica de interrupción de embarazos. Un título que ya avisa de la deshumanidad con la que el sistema trata algunos problemas sociales, y cómo debe sentirse alguien que camina completamente solo contra un importante contratiempo, como es un embarazo no deseado. 

Esa es la historia de Autumn. Una joven de 17 años que se da cuenta de que está embarazada. Sin el apoyo de sus padres ni la posibilidad de abortar en su propio estado, Autumn decide viajar a otro estado acompañada por su prima Skylar. Con el dinero que han robado en su trabajo, la dirección de una clínica apuntada en un papel y sin prever dónde dormir, se adentran juntas en Nueva York.

Fuente: www.thetimes.co
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“Never rarely sometimes always” subraya el tópico de los manuales para cineastas que dice que las películas son el camino de un personaje entre A y B. La trama es solo eso: contar el viaje de Autumn y Skylar a Nueva York. El éxito de la película reside en la simpleza de la trama y en la ausencia de adornos o florituras. El espectador asiste a un argumento sutil y poderoso, que lo atrapa desde los primeros instantes de la película. 

Eliza Hittman sigue los pasos de su anterior filme Beach Rats (disponible en Netflix). Con un estilo muy realista, casi documental, continúa con la apuesta de hablar de temas sociales. El espectador reflexionará sobre intimidad, adolescencia, desamparo, aborto…  El resultado es un relato incómodo e introspectivo, dónde se insinúan otros temas más duros como la violación o la violencia de género

Fuente: www.imdb.com
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La película refleja la realidad de Autumn de una manera muy cercana: secuencias enteras sin apenas cortes para vivir en primera persona el drama de la protagonista. Quizás este pueda ser el único punto negativo de la película, que no sea apta para espectadores impacientes o amantes de montajes frenéticos. Y es que el ritmo lento y el tono íntimo que imprime Hittman en el filme es necesario para sentir la soledad y tristeza que hacen real Sidney Flanigan y Talia Ryder.

“Never rarely sometimes always” se ha alzado ya con el Oso de Plata en la categoría Gran Premio del Jurado en la Berlinale, el Premio especial del Jurado (Drama - Neorealismo) en Sundance o el premio "RTVE - Otra Mirada" en el Festival de Cine de San Sebastián en nuestro país. Con dicho premio, RTVE adquirió el derecho de comunicación pública de la película en televisión.

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