Lo mismo por menos
Para ganar la misma cantidad que un hombre, una mujer debería trabajar una media de 79 días más que él, incluso si ambos están igualmente cualificados. Foto: Shutterstock

El pasado domingo se celebró el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en el que se celebra la igualdad entre hombres y mujeres. Sin embargo, las cifras nos muestran que la ansiada igualdad que ya reclamaba a principios del s. XX Virginia Woolf en su obra “Una habitación propia” no solamente no disminuye, sino que se incrementa.

Según un reciente informe de Eurostat, España es el país de la Unión Europea en el que más se ha incrementado la brecha salarial entre 2008 y 2013, es decir, desde que empezó la crisis. La agencia sitúa el incremento en 3,2 puntos porcentuales, lo que hace que la cifra total de diferencia sea de un 19,3%, situándonos cerca de los países en los que la diferencia entre el salario de hombres y el de mujeres goza de cotas más altas, como es el caso de Alemania (21,6%), la República Checa (22,1%), Austria (23%) y Estonia (29,9%). En incremento de esta desigualdad solamente nos supera Portugal, que alcanzó los 3,9 puntos de diferencia, aunque en el total solamente alcance el 13% de diferencia.

En cuanto a niveles de empleo, sin embargo, la diferencia entre las tasas de empleo masculinas y femeninas asciende peligrosamente a los 9,6 puntos en 2013. Si bien esta diferencia es menor que la media de la Unión Europea, que alcanza los 11,6 puntos, las cantidad de mujeres empleadas es significativamente menor a la media europea, que alcanza el 62, 6% frente a nuestro 53,8%. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que el empleo masculino es también inferior al de la media europea (74,2%) con un total de 63,4% de presencia masculina en nuestro país. El país con la mayor diferencia de la tasa de empleo en ambos sexos es Mata, con una diferencia de casi 30 puntos, mientras que a la cabeza de la igualdad se sitúa Lituania, que apenas alcanza los tres puntos. Es curioso como en todos los países de la Unión Europea las mujeres superan a los hombres en las tasas de empleo a tiempo parcial.

Solamente un 31% de las mujeres en nuestro país ostentan los puestos más altos 

Las estadísticas confirman la existencia del temido ‘techo de cristal’. Solamente un 31% de las mujeres en nuestro país tienen altos puestos, mientras que el 65% se dedican a trabajos sociales relacionados con la Iglesia, y un 59% trabaja en el sector terciario. Tan solo un  7% trabajaría en oficios relacionados con la manufactura. El total de mujeres empleadas se sitúa en la media europea, con un 46% de presencia femenina en el empleo de nuestro país.

Si no es por cualificación, ¿por qué es entonces?

A estas cifras se suma el informe Trabajar por igual, cobrar por igual  que publicó UGT el pasado  febrero, en el que afirmaba que en 2012 una mujer tenía que trabajar una media de 79 días más que un hombre para ganar lo mismo. Según la Secretaria para la Igualdad de UGT, Almudena Fontecha, “las decisiones en política económica y los recortes del Estado de bienestar que se han producido en nuestro país explican con absoluta claridad el aumento de la brecha salarial en nuestro país”. Según este informe, las diferencias salariales más elevadas se producen, especialmente, en los puestos de menor cualificación, en los que las mujeres tienen mayor presencia que los hombres.

Estas  cifras nos invitan a reflexionar sobre las causas de estás grandes diferencias en cuanto a salarios ya que, curiosamente, la presencia de mujeres en las Universidades españolas es superior a la de los hombres, y ellas aspiran a llegar mucho más lejos en su carrera laboral que ellos. Sin embargo, en un país en el que la mujer sigue estando socialmente infravalorada, y en el que se produce una violación cada siete horas, lo cierto es que, mientras que no seamos capaces de darnos cuenta de que tanto hombres como mujeres somos exactamente iguales y mientras no eduquemos a nuestros hijos bajo esta premisa, las cifras continuarán hablando por sí solas. 

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