Maverick Viñales no tuvo lo que se puede decir como un Gran Premio "fácil". Estuvo fuera de los pilotos punteros de la categoría durante todo el fin de semana, incapaz de hacer tiempos que le acercaran a ellos en las tablas, lo que le condenó a pasar por el infierno de la Q1 para superar el corte y clasificar duodécimo para la carrera.

Durante las primeras vueltas de la primera carrera del campeonato, bajó hasta la décimo cuarta posición, muy lejos de las otras dos Yamahas de Zarco, que lideraba, y Rossi, que se mantenía dentro del top5Sin embargo, Viñales encontró en su moto una fortaleza inesperada que hizo que escalara poco a poco por la tabla de posiciones hasta la sexta posición, incapaz de llegar más alto por el nivel impuesto por Andrea Dovizioso en la cabeza de carrera y se llevó a Márquez y Rossi

Después de la ceremonia del podio, el de Roses comentaba que le habían "faltado cinco vueltas" y que habría llegado a la cabeza, ya que estaba haciendo mejores tiempos que ellos. También se refería al fin de semana como "un poco agridulce". "De haber salido delante habría podido pelear por la victoria. Al principio no podía ni atacar porque me faltaba potencia en el motor por la electrónica, pero fue porque estuvimos todo el fin de semana buscando sensaciones y ritmo", confesaba Maverick.

Ya desde el FP4 se veía que Viñales había encontrado algo que hacía mejorar sus tiempos y que puede que fuera lo decisivo para paliar el desastre que se había convertido su desempeño desde el viernes. "Después del FP4 hicimos una moto mucho más para mis sensaciones, en contra de lo que estaba siguiendo Yamaha. El año pasado se buscaron cosas complicadas, pero era mucho más fácil", comentaba, apuntando hacia el lado del box de su compañero de equipo, Valentino Rossi. "Hacía medio año que no me sentía así de bien en la moto. Ahora faltan otros aspectos como la vuelta rápida", admite el español, contento con los últimos cambios en su dirección.

No es la primera vez que el piloto hace referencia a las decisiones de Yamaha de dar prioridad de decisiones a Rossi, perjudicándole en cierta manera, ya que ambos pilotos tienen estilos bastante distintos. Ahora ese camino se bifurca, lo que proyecta un rayo de esperanza en el lado de Viñales. "Mi moto ahora va por un camino y la de Valentino por otro. Esta es muy similar a la que llevaba el año pasado, pero mejorada", concluía.

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Sobre el autor
Laura Salas
Estudiante de Periodismo URJC. Escritora en la sección de Motociclismo de VAVEL. Colaboré con DeporteyOcio. Podrás escucharme en Justo a Tiempo desde WorldPress Radio siendo multifunción y en RadioURJC hablando de música. Contacto: [email protected]