Toda leyenda tiene un comienzo. Un momento en el que se da un paso hacia delante en el camino a la gloria. El caso de Ayrton Senna no es ninguna excepción. Pese a que muchos consideran su exhibición en Mónaco 1984 el inicio de su leyenda, no fue hasta 1988 cuando logró inscribir su nombre entre los campeones del mundo de la historia de la Fórmula 1.

Senna había asombrado ya en su primer año en Toleman, con la citada hazaña en Montecarlo, donde fue segundo con uno de los peores coches de la parrilla. Eso le valió el fichaje por Lotus, un equipo más puntero, para 1985. En el equipo de Colin Chapman permaneció durante tres temporadas, logrando un total de seis victorias. A pesar de sus grandes actuaciones, no llegaba a final de temporada con opciones de ganar el campeonato. Por varias razones, como su excesiva fogosidad, que no le permitía acabar muchas de las carreras, o la notable inferioridad de su monoplaza con respecto al McLaren de Alain Prost o, sobre todo, a los temibles Williams de Nigel Mansell y Nelson Piquet.

Ron Dennis decidió juntar en 1988 a la pareja de pilotos más explosiva de la historia

Así pues, McLaren decidió ficharle para la temporada 1988, juntando la pareja más explosiva de pilotos que jamás se recuerda en este deporte. Alain Prost y Ayrton Senna. Dos estilos totalmente opuestos. El francés, frío, calculador, inteligente, astuto, muy político fuera de las pistas; el brasileño, luchador, agresivo, rápido como un rayo. Una pareja destinada a dominar la Fórmula 1 durante el próximo lustro. Una pareja destinada a batir todos los registros. Y, además, a los mandos de uno de los mejores coches que se han diseñado en la historia del automovilismo: el McLaren MP4/4.

Ya en la presentación del equipo, Ron Dennis hizo una declaración de intenciones: "Tenemos a los dos mejores pilotos del mundo, y tenemos el mejor coche del mundo. No hay nada que nos separe del éxito". El peculiar jefe de equipo británico no anda nada equivocado. Pero lo que no se esperaba es lo que iba a conllevar tener a los dos mejores pilotos del mundo en el mismo equipo.

Declaración de intenciones en Brasil

La temporada arrancaba en Brasil, en casa de Senna. Sin embargo, el brasileño aún no sabía lo que era ganar en su país y tenía unas ganas terribles de hacerlo. Para ello marcó la 'pole' el sábado, con más de medio segundo de ventaja sobre Mansell y Prost. En el día de la carrera, todo se torció para Ayrton. Su coche no arrancó en la salida, y debió salir desde la última posición de la parrilla, y con el coche reserva. En una remontada épica que provocó el delirio de la grada, Senna llegó a colocarse tercero, cuando los comisarios decidieron descalificarle con incumplir el reglamento. La grada enmudeció. El primer palo para el carioca. Además, la victoria fue para Prost, que se situaba ya al frente del campeonato.

Semanas después, llegó la carrera de Imola. La segunda de la temporada, que se antojaba como un duelo entre los McLaren de Senna y Prost. El brasileño dominó los entrenamientos a su antojo, logrando la 'pole' el sábado y paseándose en carrera el domingo. Sólo Prost pudo seguir, a cuestas, el ritmo infernal que impuso desde el principio. La superioridad de los McLaren era tal que, a modo de curiosidad, sacaron ¡tres segundos! en clasificación al tercer clasificado, el Lotus del vigente campeón, Nelson Piquet.

"No quiere ganarme, quiere humillarme"

En las calles de Montecarlo llegaría el primer golpe de efecto en el campeonato. Ayrton Senna hizo un fin de semana perfecto. Dominó todos los entrenamientos y logró la 'pole' por casi segundo y medio sobre su compañero de equipo, en una demostración de que en Mónaco era absolutamente invencible. En carrera, Prost no pudo hacer nada contra él. Le sacaba un segundo por vuelta sin querer aflojar. Quería humillar hasta la saciedad a su compañero. Y le costó caro. A falta de doce vueltas para el final, estrelló su McLaren en la curva de entrada al túnel. Regalaba la victoria a su máximo rival y se iba con un cero a casa. "No quiere ganarme, quiere humillarme", declaraba Alain Prost al final de la carrera. Porque para Senna no valía otra cosa que ganar, pues el segundo era el primero de los perdedores.

Alain Prost: "No quiere ganarme, quiere humillarme"

La acción de Mónaco pasó factura a Ayrton. Son muchas las veces que le dio vueltas a la cabeza. ¿Debió aflojar el ritmo? ¿Era necesario hacer esa exhibición con una victoria en el bolsillo? De hecho, en la siguiente carrera, en México, Prost le ganó. Y le ganó en pista, sin ningún tipo de incidentes. Le adelantó en una gran salida y le mantuvo el pulso durante toda la carrera. Magistral victoria del 'Profesor', que empezaba a abrir brecha en la general del Mundial. Pero, pese a lo que pensaba Prost, éste sería el punto de inflexión, pues a partir de este momento Senna fue prácticamente invencible.

Doblete en Norteamérica

La remontada en pos del título arrancó en Montreal, en el circuito Gilles Villeneuve. Senna logró la 'pole', pero Prost estaba muy cerca, a menos de dos décimas. El resto, a un mundo, siguiendo la tónica de la temporada. Y de nuevo Prost le ganó en la salida. Uno de los puntos débiles del brasileño, las arrancadas. Pero esta vez, a diferencia de la carrera mexicana, Prost no pudo escaparse. Senna le siguió, le estudió, hasta que en la vuelta 19 pasó al ataque. En un adelantamiento tan agresivo como arriesgado, Senna tomó el liderato. Ya no lo soltaría más, logrando la segunda victoria de la temporada, y recortando en tres puntos la distancia que Prost le sacaba en la general.

La siguiente carrera, en el circuito urbano de Detroit, fue otro paseo para el crack brasileño. Desde la 'pole', y aprovechando que Prost salía cuarto detrás de los dos Ferrari de Berger y Alboreto, abrió hueco desde el inicio para establecer una distanca insalvable para su rival francés. Segunda victoria consecutiva, que dejaba claro a Prost no le iba a ser nada fácil batir al nuevo inquilino del equipo McLaren.

En Francia se vivió una de las mejores carreras de la temporada. En un circuito de Paul Ricard abarrotado de fieles seguidores de Alain Prost, el 'Profesor' logró batir a Senna por primera vez en la clasificación, y se llevó la 'pole'. En carrera, el duelo cara a cara fue espectacular. Senna tomó el liderato mediada la carrera, pero tuvo que resistir los furiosos ataques de un Prost que no podía dejar escapar este triunfo. A falta de 19 vueltas, en una maniobra tan genial como inesperada, Prost pudo pasar a su archirrival y llevarse una victoria moral. Había frenado la racha de Ayrton Senna, y seguía manteniendo una ventaja de quince puntos en el campeonato, a falte de nueve carreras.

Cuatro victorias seguidas para Ayrton Senna

La siguiente batalla entre los dos sería en Silverstone, en unas condiciones climatológicas muy adversas. Ante la nula visibilidad, Alain Prost decidió retirarse de la carrera en la vuelta 24. Esto dejó libre el camino a Senna, el gran maestro de la lluvia, que dio una auténtica exhibición de conducción en mojado. Esta carrera estuvo marcada por la gran actuación de Nigel Mansell, con el poco competitivo Williams, que alcanzó la segunda posición, ante el delirio de la grada.

Senna encadenó cuatro victorias seguidas en Inglaterra, Alemania, Hungría y Bélgica

En el Gran Premio de Alemania, en el circuito de Hockenheim, la lluvia volvió a hacer acto de presencia el domingo. Esta vez no en forma de diluvio, pero sí fue suficiente para darles tintos épicos a un duelo decisivo entre Senna y Prost. El brasileño abría pista, como solía ser habitual. Prost intentó seguirle, y lo consiguió durante gran parte de la carrera, pero a base de forzar al límite, lo que le llevó a cometer un error a final de carrera. Un trompo que, si bien no significó perder la segunda posición, mostraba la superioridad que tenía Senna sobre él, especialmente en condiciones adversas. Era la cuarta victoria de Ayrton en cinco carreras, y se colocaba a sólo tres puntos del liderato.

La siguiente cita del campeonato era en el complicado circuito de Hungaroring. Senna volvió a hacer la 'pole', en un sábado marcado por la debacle de Prost, que sólo pudo ser séptimo. En carrera, el francés, debería adelantar en un circuito poco propicio para ello. Sorprendentemente, Senna no tuvo un ritmo extraordinario el domingo. La carrera fue en grupo, con varios invitados sorpresa, como los Williams de Mansell y Boutsen. Prost fue remontando poco a poco, adelantando coche a coche, hasta que, a falta de 20 vueltas, llegó a la estela de Senna. El francés lo intentó todo para ganar esta decisiva carrera, pero Senna resistió cerrando cada hueco, y llevándose una victoria agónica en las últimas vueltas, que le daba el liderato del Mundial a falta de seis pruebas.

La primera de esas seis 'finales' por la corona mundial era en Spa-Francorchamps. Y allí no hubo carrera, practicamente. Sobre el circuito de las Ardenas, ese que premia la habilidad del piloto sobre la mecánica de los coches, Ayrton Senna era invencible. En carrera sólo sufrió el ataque de Prost en la primera vuelta, desesperado por un adelantamiento que sabía que, de no conseguirlo, Senna pondría pies en polvorosa y se escaparía hacia su cuarta victoria consecutiva, la sexta en siete carreras. Senna se estaba comiendo al 'Profesor'.

El clamoroso error de Monza

En la plácida tarde de domingo en el circuito de Monza, llegó otro golpe de teatro al campeonato. En un circuito plagado de 'Tiffosi' deseando ver a sus bólidos rojos ganar la carrera a los invencibles McLaren, Senna y Prost se escaparon desde el inicio, abriendo hueco con los Ferraro de Berger y Alboreto. El brasileño, nuevamente, era inaccesible para Prost. Tenía un ritmo imparable. Y a falta de 20 vueltas, el motor de Prost dijo 'basta'. Suponía para él, posiblemente, el adiós a la lucha por el campeonato, que quedaba en manos de Ayrton Senna. Pero, lejos de la realidad, otro golpe de teatro iba a suceder. En la penúltima vuelta, con la victoria y el título en el bolsillo, Senna cometió un error infantil al doblar a Jean-Louis Schlesser, acabando con su carrera, y entregando el triunfo al Ferrari de Gerhard Berger, provocando el delirio de la grada.

El GP Italia fue la única carrera no ganada por McLaren en toda la temporada

No obstante, el título seguía en manos de Senna. En Estoril podía sentenciarlo matemáticamente, pero la oposición de Prost era muy fuerte. En unas primeras vueltas para el recuerda, con varias pasadas entre los dos rivales, Prost tomó el liderato y se llevó cómodamente la victoria. Senna, por su parte, sufrió con la mecánica de su McLaren y consiguió un agónico sexto puesto, lo que provocaba que Prost continuase en la pelea por el título.

La antepenúltima cita del campeonato era en el circuito español de Jerez de la Frontera. Aquí, una mala salida condenó a Senna. No sólo le adelantó Prost, que se fue directo al triunfo, sino que Mansell le hizo de tapón durante numerosas vueltas. El brasileño, desquiciado, acabó cuarto y veía como sus opciones de título se complicaban. Tras la carrera de Spa, todos le veían como campeón y ahora debía jugárselo con Prost en Suzuka, si quería evitar ir a Australia con el título en juego.

El gran truco de magia de Suzuka

30 de octubre de 1988. A la derecha de la parrilla de salida, el McLaren de Ayrton Senna. A la izquierda, unos metros por detrás, el de Prost. Si Senna gana esta carrera, gana su primer campeonato del mundo. Si vence Prost, extiende la lucha a Australia. En la salida, el primer golpe de efecto. El coche del brasileño se cala y rada en arrancar, lo que lleva hasta la decimocuarta posición en la primera curva. Prost, inmediatamente, pasa al ataque para abrir todo el hueco que sea posible, pues sabe que Senna, tarde o temprano, adelantará a todos sus rivales. En una demostración de pundonor, Senna los pasa a todos y se coloca segundo en la vuelta 20. Entonces, Prost le sacaba unos 15 segundos. Lejos de rendirse, Senna recuperó toda la ventaja que le llevaba su rival. Cuando ya estaba en su estela, en una maniobra tan mágica como llena de riesgo consiguió adelantarle. Una genialidad que valió un título. Exultante, Senna se coronó en el circuito de Suzuka.

Sin necesidad de jugarse el título en Australia (donde fue segundo tras Prost), Ayrton Senna había ganado el primer de sus tres títulos mundiales. Para muchos, el más meritorio, pues fue en el que se midió a Alain Prost con su misma mecánica, y le ganó. Este 1988 fue el inicio de la gran rivalidad que se extendería el siguiente lustro, una rivalidad que tocaría techo al año siguiente, cuando la relación entre los dos, ya tensa en el final de este curso, terminaría por explotar.

Resultados de Ayrton Senna y Alain Prost en 1988:

Gran Premio Ayrton Senna Alain Prost
Brasil Descalificado
San Marino
Mónaco Accidente
México
Canadá
Estados Unidos
Francia
Inglaterra Retirado
Alemania
Hungría
Bélgica
Italia Accidente Avería
Portugal
España
Japón
Australia

Clasificación final del Mundial de 1988:

POS PILOTO EQUIPO PUNTOS
1 Ayrton Senna McLaren-Honda 90
2 Alain Prost McLaren-Honda 87
3 Gerhard Berger Scuderia Ferrari 41
4 Thierry Boutsen Williams-Judd 27
5 Michele Alboreto Scuderia Ferrari 24
6 Nelson Piquet Lotus-Honda 22
7 Ivan Capelli March-Judd 17
8 Derek Warwick Arrows-Megatron 17
9 Nigel Mansell Williams-Judd 12
10 Alessandro Nannini Benetton-Corsworth 12

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