Cuatro abandonos en nueve de los grandes premios en los que Marcus Ericsson ha podido disputar. En Mónaco estuvo muy cerca de conseguir estar en la zona de puntos, acabando undécimo, el mejor resultado de la temporada. Estos son los resultados del piloto sueco y su baza para afrontar el Gran Premio de Hungría, última carrera antes del descanso de verano

Después de las diez primeras carreras en Fórmula 1, es hora de hacer balance. En la rueda de prensa oficial de la FIA, Ericsson ha mostrado su felicidad por el primer año en la categoría reina del automovilismo, destacando que este ha sido el año para aprender: “Todos los pilotos debemos controlar rápidamente la gestión de los neumáticos y la energía durante todas las carreras. Para ser conscientes el fin de semana, hay que dar pasos importantes todos los días, para lo que se requiere una buena conducción y comunicación con los ingenieros”.

El piloto sueco también ha respondido a las preguntas relacionadas con la venta de Caterham a un consorcio de inversores suizos y de Oriente Medio, donde el ex piloto de F1 holandés Christijan Albers se está haciendo cargo de la gestión del día a día del equipo: “Los nuevos propietarios están presionando muy duro. Obviamente, quieren actualizar el coche durante la temporada y seguir haciéndolo, y eso es muy positivo para todos nosotros. Le pediría un coche más fuerte para ser más competitivos y luchar contra los chicos que tenemos delante de nosotros”.

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